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Adoptá un jefe.

(Pinche)
Ir de 4.

Ir de 4 en un doble Córdoba. Ir de 4 en un Gallegos cuando no dormiste siesta. Ir de 4 en un regional con la Premium Economy full. Ir de 4 en un Córdoba Bariloche. Ir de 4 en un Ushuaia 4.45 am.
Hacer las cafeteras, sacar las bolsitas en la escala, armar el carro, alcanzarle los cabezales a los de limpieza cuando recién te sentás y encendés el celular, atender el cockpit cuando la jefa no se banca al capitán, atender el interphone cuando la jefa se la está rascando, armar el carro cuando la jefa se mete al baño “un segundito”, (Andá armando que ya salgo…) recibir a los pasajeros en los regionales, darles las revistas, los diarios, la documentación, hacer magia para que las 15 putas valijas que traen entren en 4 bins, “me abrirías los vinos, porfi?”, “me entregás las toallitas sauna porfii”. TODAS MANCAS LA RECONCHA DE TU MADRE, pensás vos. Pero te tenés que contener, porque sos el 4 y es tu maldito deber.
Con la cabeza apoyada en la puerta 1L intentás mantener los ojos abiertos mientras la conchuda te cuenta una historia que no te puede interesar menos, rogando sentir el descenso de una vez por todas y tratando de entender por qué siempre vas de 4.
Algo te alegra un poco, si vas de 4 es porque los jefes te eligen. Si te eligen es porque trabajás bien, porque sos una persona amena para pasar el día, un doblete de la muerte, una seguidilla infinita, un vampiro asesino. Se entiende, si siempre vas de 4 es porque les caés bien a los jefes, te tienen cariño, te estiman, sos un buen compañero.
Y entonces, achinás un poco los ojos porque el sol de las 6 am te entra gloriosamente naranja y cegador por el gran angular de la 1R y la escuchás, a la conchuda, con un poco menos de mala leche. A ver qué pelotudez vas a decir ahora la argolla de tu madrina… y sonreís un poco, sin que adivine que te estás quedando dormido con su anécdota de los sobrinos forros del orto esos que tiene.
Te la bancás un rato más porque sabés que te quiere, porque sabés que todos te quieren, porque vos siempre vas de 4, y eso significa que sos tope de gama.

Vení 4, acercate, te quiero decir algo.
Sentate un toque.
Los jefes también tenemos sentimientos, sabés? Pendejo engreído hijo de una gran puta.
Los jefes, así todos viejos, aburridos, mal aliento, casados, castrados, con 23 camadas de hijos, todos divorciados, todos llenos de juicios, de ex maridos de mierda y ex mujeres locas, gordos, incogibles y mal cogidos, cansados, ojerosos y arrugados… los jefes, alguna vez fuimos tcs. La re concha de tu madre, nadie lo recuerda, pero alguna vez fuimos tcs y sabés qué? Los jefes alguna vez también se enfiestaron en las postas, y se gastaron todo el viático en chupi, los jefes también se descontrolaron en la posta de Neuquén y terminaron haciendo un strip tease con un copiloto, y también fueron a trabajar sin dormir por haber salido, y también se pasaron teléfonos con los pasajeros, y se comieron a alguien del cockpit, y se intoxicaron en una posta por comer mariscos raros, y se rajaron pedos en la cabina, y se bajaron de un vuelo diciendo que estaban enfermos y era mentira, si, los jefes también mintieron… aunque no lo creas, también se pidieron la guardia por un partidito en el mundial, y también se bajaron alguna vez un juan valdez para llevarle a un conocido, los jefes, alguna vez, tuvieron sus heladeras llenas de medialunas de jamón y queso, lo que pasa es que ahora nadie les hace bolsita, y eso es triste.
Entonces, pendejo del orto, te calmás. Dejás ya mismo de mirarme con esa cara de sobrador y te bancás todas las historias de mis sobrinitos, sabés? Y me cambiás la carita, porque te tengo noticias… hay otro motivo por el cuál el jefe te trae de 4, y no es ni porque seas tan brillante, ni porque seas tan divertido, ni porque te queramos tanto… muchas veces te llevamos de 4 porque los otros dos nabos del fondo son incluso más insoportables que vos. No sos lo mejor de la empresa, sos simplemente, el mal menor.

Así que la próxima vez que el jefe te quiera poner de 4, pensalo antes de agrandarte. Y ayudá al jefe, ponete en el lugar del jefe, abrazá al jefe. Pensá que, hace años luz, el jefe fue joven y estaba lleno de ganas de vivir, pensá que al jefe le latía el corazón, pensá que ese jefe en otra vida, también cogía.

4 comentarios en “Adoptá un jefe.

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