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The space

(Pinche)

Entonces cerré los ojos y me puse a bailar, no porque no hubiera otra cosa para hacer, no porque no supiera qué decir, sino porque creí que era la mejor manera de hacerme entender.
El espacio que existe entre nosotros es nuestra pared, es nuestro campo AT, es esa canción de Pink Floyd que no deja de romperme el corazón.
El espacio que existe entre todos nosotros, nuestros puntos de vistas, las proyecciones que hacemos de nosotros mismos, las que hacemos de los demás, nos impiden vernos, llegar al otro, llegar un poco más allá.
No tengo idea de quién sos.
Te miro, te miro, te miro. No puedo saber más que lo que quieras decir, no puedo descubrir más que lo que quieras contar, no puedo poder escucharte si vos no querés hablar. Pero hay algo que es imposible que evites, y eso es que te sienta. Lo siento, me disculpo, eso no me lo podrás quitar jamás. Por las estrellas que cubren nuestra piel te juro que eso no se puede evitar.
Que casi lloro? Si, es verdad. Casi lloro de felicidad. Que casi caigo? Si, es verdad, casi me haces tropezar. Que casi muero? Si, es verdad. Muero con facilidad. Pero no creas que no hay vuelta de esta muerte, de estos miedos, de toda esta imposibilidad. No creas que la realidad es tan simple de ver, no creas que estando despierto y alerta vas a poder evitar caer.
No pude hacer más que seguir viviendo, no pude hacer más que agradecer.
Entonces cerré los ojos y me puse a bailar. Y cada bit entraba como alcohol a mis venas, como mis manos buscándote entre 100 mil personas, como las luces de la mañana diciéndome que era hora de partir.
Abrí los ojos y esta era mi vida, no había música, no había baile, no se tenían 15 años otra vez.
Me levanté y miré la pared delante mío. Sonreí. Era altísima, imposible de rodear, imposible de escalar, imposible de derribar.
Me metí en la ducha y me saqué los males, me saqué los miedos, me saqué el dolor. Sequé mi desnudez con un acolchado suavecito, me vestí cuidadosamente, peiné mi pelo, perfumé cada parte de mi piel.
Caminé hasta llegar a la pista, dejé mi cartera en el piso, cerré los ojos y me puse a bailar.
Y así, bailando, dejaré que pasen los días. Así, bailando, me voy a hacer entender. Así, voy a dejar que las cosas fluyan.

Asi, bailando, le pienso ganar a esta pared.

4 comentarios en “The space

  1. En el mundo de los invisibles, de los fantasmas, sentir es la única forma de ver.
    Nos disfrazamos para ser palpables y visibles, nos aprendemos de memoria las reglas y prejuicios para fingir en la cotidianidad que hemos aprendido a vivir, pero eso nunca alcanza. Porque nuestra verdadera existencia renace al cerrar los ojos y bailar, al cerrar los ojos y pensar, amar y llorar. Es gracias a nuestra bohemia de cuerpo y alma que se derriban las paredes que nombrás y se abren las verdaderas puertas, esas que nos llevan a una felicidad inventada pero real, porque se siente, porque se ve.

    Cada post que pasa, lo escribís en una forma más perfecta y mágica. Y llegar a este universo que nos regalás a través de letras a sentir amor y dolor, a identificarnos, a entender que también somos un poco vos y vos nosotros, se va volviendo una hermosa necesidad.
    Sos uno de los encuentros más lindos de mi vida, no me canso de repetirlo.
    Gracias por tus nuevos post, son hermosos.

    Ariel.

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