The Wall -Picadora de carne

Canalla, qué pretende usted de mí?

Me escribe esa chica que no me escribe nunca. Me agrega al face. Me manda un mensaje de texto.
Qué busca? Qué quiere? Por qué me persigue? Qué esconde?

Doy dos pasos hacia atrás para ganar perspectiva, me cruzo de brazos y me apoyo sobre la pared; entrecierro los ojos y pongo a trabajar mis neuronas holgazanas y adormecidas de azúcar o edulcorante. Yo puedo hacerlo, yo puedo hacerlo. Me imagino su pelo; lacio y suelto, peinado y bien desenredado, bien Kloosterboer, bien Pantene.
Me imagino sus manos, perfectas, suaves, uñas recién hechas. Su sonrisa, agradable, fresca, blanca… Se acerca hacia mí, cruzo con aún más hermetismo mis brazos. Sonrío sin mostrar mis dientes, apenas una mueca de desconfianza. Una flecha de sabiduría atraviesa mi frente y entiendo todo.

Esta quiere ser azafata“.

Detesto que me contacten para preguntarme como hice para ser azafata.
“Hay que estudiar mucho?”
Me deprime, me angustia, me aburre.
Todas quisimos ser azafatas cuando eramos nenas, todas soñábamos con el uniforme y el avión. Es una pelotudez grande como una casa. El 1% de las nenas que querían ser azafatas llegaron a serlo. Ahora si el interés viene de la mano de que es demasiado tentador mirar el álbum de las vacaciones de la azafata te digo que estamos peor de lo que me imagino. La verdad es que yo soy azafata de pedo. No nací con el estabilizador vertical en el ojete. Fue casualidad, y si no fuera por un amigo que insistió, no estaría aquí.

Y entonces me la tira: Sabías que toda la vida quise ser azafata???

Y dentro de mi mente me imagino una escena en la que, primero: me desmayo. Si, me caigo al piso despatarrada y con convulsiones y tirando piñas y patadas al aire como una murguera epiléptica. Segundo: me levanto con espuma en la boca y le digo ASI QUE QUERIAS SER AZAFATA DESDE LOS OCHO AÑOS!!!!??? Y qué MAS QUERIAS SER ADEMÁS DE AZAFATA, VETERINARIA, MODELO, ASTRONAUTA, BOMBERA, FÍSICA NUCLEAR Y PELOTUDAA!?? EVIDENTEMENTE LO ÚLTIMO LO LOGRASTE EH!? Y tercero: le saco toda la ropa con los deditos como si la mina fuera un ipad y la voy vistiendo con el pañuelito, las medias, el saco, el carry y la pongo en un embarque de un Córdoba full a las 5 de la mañana o el Guarulhos del mediodía también full pero con choice y repetición de vinos y que se le rompa la máquina del duty free y tenga 5 ventas y le agregamos un cruce de cordillera, y turbulencia… Podríamos poner alguinos vómitos explosivos en el galley y por qué no? 15 pasajeros expertos con las checklist en la mano y tres ejecutivos de la empresa y a ella se le rompe la media y no tiene reposición y un pax disruptivo y dos tc del útltimo curso que no se saben la demo en vivo de memoria.

Y entonces sin que yo diga nada ella insiste: “Toda la vida quise ser azafata lo que pasa es que me da miedo la turbulencia y le tengo terror a las alturas”
Yo descruzo los brazos, respiro hondo y dejo de imaginar.

La flecha de lucidez que atraviesa mi materia gris me recuerda que el tubo es una gran picadora de carne, un filtro natural, un polígrafo.
Por qué voy a encargarme yo de algo que puede encargarse el Sierra Juliet?
No, my dear no voy a hacer tu dirty work.
Entonces sonrío.
Le doy la dirección de la Escuela Argentina de Aeronavegantes para que la vayan puliendo, le saquen unos cuantos pesos de encima y la manden al delta a combatir mosquitos y purificar agua, construir puentes y refugios. Cuando termines, le digo, mandame tu cv y lo subimos a la página, te va a encantar!

Y cuando termina… Lo hacemos.
Lo hacemos de verdad.
Subimos el curriculum y la recomendamos. La llaman y hace la entrevista. Y queda!!! Y estamos orgullosos todos.

Y el detector de mentiras alado dirá, si esta veterinaria modelo astronauta azafata terminará estudiando ciencias de la comunicación, o si leerá el for bitching comiendo del frigobar, en pelotas, en la posta de Neuquén.

4 comentarios en “Canalla, qué pretende usted de mí?

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