Suco de Laransha

Y si.
En algún momento iba a llegar.
Pelé-Maradona. Xuxa-Flavia Palmiero. Caipirinhas-Fernet. Ayrton-Reutemann. Buzios-Mardel.
Y ahora ellos-nosotros, en el Guarulhos de la mañana.

Por qué?
Por qué tanta sed? Por qué copo di agua y spraichi en el embarque y durante la demo y en el descenso y chequeando cabina y aterrizando.
Por qué el timbre de llamada si ya traje tres coca laichi a esta fila.
Por qué salen del país sin caneta si SABEN que van a tener que llenar papeles?
Por qué ir al bañeiro justo cuando yo estoy con el duty free a mitad de cabina?
Por qué le dicen travesseiro a la almohada? Cada vez que me piden un travesseiro me quedo pensando en el trava de la otra cuadra de casa, indefectiblemente. No puedo asociar su pedido con una almohada, imposible.
Por qué si digo café o té, me responden YA? YA NADA SEÑORA, se lo doy en unos minutos, no sea apurada. “YA” YA? Ahh lo quiere YAAA? Y cuando le estoy por tirar el café encima me dice una señora de atrás, “Te está pidiendo té, el té se dice CHA” ahhhhhh… Menos mal…

Por qué? Por qué?
Por qué sus auriculares nunca andan y sus asientos nunca reclinan? Por qué siempre quieren calentar la medialuna y tomar cerveija a las 9 de la mañana? Por qué se sientan en las salidas de emergencia y parecemos Víctor Navorski y el jefe de aeropuerto intentando pasar la medicine for goat?
Por qué me tiran de la pollera, del top, del delantal para llamarme la atención, cuando yo ya pasé por la fila y estaban todos dormidos?
Por qué me pone el vaso usado y chupeteado en el carro de duty arriba de los perfumes?

Por queeeeeeeeé?!!!

Y después llega el verano y nos vamos a Natal, a Bombinhas, a Florianópolis.
Pisamos esa arena espectacular que no quema los pies.
Nadamos en sus aguas transparentes, tocamos los peces de colores y desenredamos las algas de nuestro pelo.
Nos comemos un morocho de metro noventa y abdominales de titanio, en una fiesta en la playa que nunca más en la vida nos vuelve a escribir porque nosotras SI tenemos celulitis. Tenemos la oportunidad de acariciarle la entrepierna y de eso, no se vuelve jamás.
Nos agarramos unos pedos bíblicos con caipiroskas y vomitamos los baños de sus hoteles.
Nos lastramos los queijos quenchis que vienen revoleando en una parrilla móvil los vendedores de playa.
Y los carnavales.
Y su alegría, sus risas, Rio de Janeiro.
Volvemos enamorados.

Hasta que llega el primer Guarulhos de la mañana.

6 comentarios en “Suco de Laransha

  1. Basicamente porque son unos hincha pelotassssssss
    Igual esos brasileros de GRU no tienen nada que ver con los del Norte que son bastante más copados.

  2. En Chile los odiamos de la misma forma, y de la misma forma disfrutamos en su país!
    Saludos y gracias por mostrar nuestro trabajo tal como es!!

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