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El amanecer a 10.000 metros de altura

Y suena del despertador, y te das cuenta de que te acostaste mirando la tele a la 1.30 am y que encima te pusiste cariñosa con tu novio y entre cosa y cosa te habrás dormido 2.15, 2.30 y ahora son las 4 y estás con la cara que ni siquiera se te llegó a hinchar de lo poco que dormiste, y te estás pasando la shaver por las partes que se ven y la crema enjuague que no termina de salir, y salís de la ducha con un frío de la re concha de la lora y los gatos están ahí en el baño, la gorda sentada en la puerta, la chunita arriba del inodoro y el reo arriba de las toallas al lado del *lavabo* y te lavás los dientes con la pasta que te hace picar los labios porque es de gusto fuerte, tenés un hambre importante aunque (por la hora) no deberías, y te hacés le rodete ese JUSSSSTO jusssto bien apretadito cosa de hacer sentir bien orgullosa a Ana María la directora de la E.a.a. y te calzas las medias de descanso que te aprieeeetan y no te suben y justo se te rompre y es el último par que tenés, aunque el manual dice que deberias llevar uno en el carry, vos no tenes… claro, porque salen 175 pesos el par y 120 si presentas la credencial aca a la vuelta en la ortopedia, asi que con la media rota, le pones esmalte y se te pega a la pierna , no te importa, te calzas los tacos rajos y te maquillas las inmaquillables ojeras, mientras te percatas que los gatos estan jugando a bob el constructor con tu carry y le levantaron 15 mil hilitos y parece que lo tuvieras hace 5 años en vez de 4 meses, y te tomás un vaso de jugo que sabes que te va a dar acidez dentro de dos horas, pero bueno… vestidito, pañuelito, saco rojo, chequeas la documentacion, el reloj, plata, celular, llaves y le das un beso al chinito que no entiende nada y esta desmayado y bajas y te subis al remis de uno que te charla y se queja de la inseguridad del barrio y de todo lo que se le ocurre incluso se queja de que no le compartis de ese pedacito de budincito que te bajaste de tu casa como desayuno el muy hijo de re milp*** y entonces llegás a AEP y haces el briefing y cuando estas bajando, yendo hacia el avion, se te ocurre saludar a un coordinador en el medio de la escalera, pero perdes el equilibrio y te caes 5 escalones para abajo, manchandote la media toda de negro y partiendote el taco, se te pierde la tapita y vas cual renga por toda la sala de aeroparque hasta que finalmente llegas al avion, y suben los pasajeros, les das la bienvenida, armas el carro, haces el servicio, levantas todo, te lavas bien las manos y te pones el gel de alochol para evitar que te pasen la gripe porcina… y en ese instante… respiras…

*Miras por el visor granangular de la puerta y ves que estás arriba de las nubes, que son un colchón oscuro porque no las ilumina el sol… y que por encima… una luz rosa/naranja/violeta… de mil colores está saludandote… como diciendo:

*no importa tu media rota, tu taco partido, las horas que no dormiste, la acidez de la mañana, el lio que dejaste en el baño, no poder despertar con tu novio, no haber cambiado las piedras de los gatos, ni el carry deshilachado, ni el chofer charlatan inoportuno, ni nada de nada, de nada, de nada…

*porque a 10.ooo metros de altura estás siendo la primer persona que ve salir el sol…

Y te sonreís, y volvés a la cabina, a ver si alguien tiene sed, o ganas de charlar, o si los del galley de adelante ya tienen hechos los precintos.

5 comentarios en “El amanecer a 10.000 metros de altura

  1. Definitivamente, sos una grande… y estoy seguro que no me equivoco.

    Serán los tcp's de otro planeta? Y lo digo en serio… pensar que te puede ocurrir esto una o dos veces por semana (no importa sin en versión femenina de medias y tacos o masculina) y están siempre con el GUANGUOR FACE a full… realmente los admiro.

    SALUDOS!!! (no se tu nombre)

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