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En dónde caigo cuando no estás.

 

(Pinche)

Entré como se entra a los mejores cuentos, sin querer. Sin querer en el sentido más amplio; no te quería. Pude haberte evitado porque al principio no te quería, yo no creo en el amor a primera vista. Pude haberte evitado, pero no lo hice, y un día, ya te quería tanto, pero tanto, que me pasaban las cosas estúpidas que le pasan a las mujeres de las novelas: me latía la cabeza si vos te sentías mal, me mareaba si te dolía una muela, me dolían todas tus penas. ¿Cómo existe un amor tan grande que uno come cuando el otro tiene hambre o se despierta unos minutos antes y se queda observando el perfil de una nariz que vio dos mil mañanas? Así de fuerte te amaba yo, como aman esas minitas a las que intento no parecerme. Te amaba recordando la fecha de nuestro primer beso, te amaba con diez mil canciones, te amaba con filtro de instagram.

Si vos me amabas a mi? Si. Pero eso no es lo más importante, porque si bien sentirse amado es una sensación de las más hermosas… nada se le compara al amar. Amar son millones de insectos de los copados trepándote la nuca, amar es no tener nada que hacer, amar es el olor de una piel que parece que perfumaron especialmente con una esencia que no se puede reproducir. Así te amaba yo. Una minita diría “para siempre”, lo que pasa es que yo vine enferma de siempre es hoy, y no se me permite decir para siempre. Entonces, el día siguiente al día en que me di cuenta que me ponías los ventrículos pelotudos, decidí arruinar todo.

Por si me dejabas de querer. Por si te ponías malo. Por si nos aburríamos, o por si yo me ponía tan gorda que ya no me quisieras abrazar. Por si mi locura te lastimaba, por si yo no era suficiente para vos. Por si me contestabas mal, por si me mentías, por si me engañabas. Por si nos enamorábamos de alguien más. Por si el entorno opinaba que no era correcto, por si no te gustaban mis desayunos, por si no la pasábamos bien en las vacaciones. Por si vos querías tener un bebé y yo no me animaba. Por si me pedías casamiento, por si no me lo pedías. Por si te dabas por vencido con mi locura, por si dejabas de jugar. Por si un día de cansabas de la casa llena de perros.  Por si mis miedos te rompían el corazón, por si te arruinaba la vida, por si terminabas odiándome.

Por si era demasiado perfecto y tus besos eran los más suaves del mundo.

Por si no me lo merecía.

Por si no puedo manejar que mi corazón le pertenezca a alguien que no sea yo.

Por las dudas.

Por las dudas, me fui.

Me salí de abajo de tu brazo y te dije que no quería más. Me fui caminando hasta casa, y me rasqué el pecho hasta llegar adentro. Una a una me arranqué del cuerpo todas las partes que tenían que ver con vos. Están en una maceta, secando al sol.

Quedé sentada en un banquito, me robaste todas las canciones. No recuerdo qué cosa me pertenecía a mí. Devolvéme mis huevos revueltos de la mañana. Devolvéme lo que yo era antes de vos. Quiero iniciar sesión antes de la falla, cuándo fue la falla? Cuál fue la falla?

Pasó tanto tiempo ya que no recuerdo el momento exacto en el que ocurrió, es confuso, es borroso.

Permanezco sentada en un banquito, mirando la maceta al sol.

Mis partes las que eran tuyas, cicatrizan los cortes, el dolor. Cuando estén bien, quizás pueda volver a ser dueña de mis propias partes, quizás pueda usarlas para algo, volverlas a tener conmigo.

O quizás tiren raíces ahí, en una maceta, y yo ya no pueda sacarlas.

Quizás me quede acá sentada, en el banquito, sin mis partes las que eran tuyas, sin acordarme cómo era yo antes de vos, sin que me devuelvas las canciones.