Dudé mucho si subir esta entrada o no.
Pero aquí está, me hago cargo de mis furcios, basta ya de reirnos de los demás. Hora de reirse de uno mismo.
Situación: en el medio de servicio.
La Tana y yo íbamos lo más tranquilas que coca light, que sprite zero que agua con gas y de pronto sucede una de esas cosas que pasan en el servicio que es que uno de los dos va más adelantado que el otro y entonces muy amablemente hace alguna de estas cosas:
1-Destraba con el pie derecho el carro corta y ruidosamente; símbolo inequívoco de: “ya terminé conchuda, movéte que sigo yo”
2-No destraba, pero le dice a su compañero tc: dejáme, yo sigo. Mueven el carro y el que terminó continúa con la fila que estaba haciendo el lenteja.
3-Le dice cariñosamente :”te sirvo algo?”
En este caso, opté por la opción 3. Ya que La Tana no venía lenta sino que yo tenía menos pax que ella en mis filas.
La miro a los ojos y le digo, Te sirvo algo, Tana?
Me responde “Si, un café”.
Toda contenta, con la música de Parov Stelar sonando en mi cabeza, cosa que pasa muy seguido mientras hago el servicio, lalala, canto, lalala, muevo los piecitos, música que no suena pero está siempre, tarareo el tema mientras agarro vasito con mano izquierda y agarro cafetera con mano derecha, pienso qué pregunta viene inmediatamente después de que te dicen café y mientras sigo canturreando en mi mente y marcando el ritmo con mi piecito, pienso si lo querrá con leche, si lo querrá con azúcar o edulcorante, Marvin Gaye explota en todo su poder y yo con una sonrisa digo al aire, sin saber para quién es el café, ya que no es mi fila, sino la fila de la Tana:
-Negro?
En 32 milésimas de segundos intento localizar al pasajero dueño del café en mi mano, Alfa: Señora con jugo de naranja en mano que no me mira, Bravo: Señor dormido, Charlie: Señor con Coca Cola que mira el video riendo. Miro a la Tana que está empalideciendo y sin comprender por qué, sitúo mis ojos en el pasajero de la fila 8 Lima, quién con sus ojos oscuros y su piel hermosamente oscura me dice conlo que adivino una especie de sonrisa en su rostro:
-Y, si.
El señor era negro.
Y cuando sus ojos y mis ojos se conectaron, entendí que le acababa de decir ¿Negro? en la cara, como buscándolo por su apodo para darle el café. Por suerte, él entendió perfectamente y lo tomó como algo divertido, era extranjero, hablaba inglés y muy poco castellano, pero con su mirada me demostró que estaba todo bien.
Se lo dí en la mano a la Tana, con la cara totalmente contracturada, sin poder mover un músculo de la misma, y me di vuelta como un soldado, como un beefeater inglés de esos de la London Tower, y me volví 8 filas hacia atrás, a mi planeta galley, a arrodillarme al piso, y morir, SI, MORIR, de risa.
Ahí mismo, arrodillada detrás del mamparo, secándome las lágrimas con la cortina, me encontró un pasajero que iba al baño. “No pasa nada señor me estoy riendo”, le dije. Se encogió de hombros y siguió en lo suyo.
Me asomé tres veces para encontrarme con la Tana en la fila 10, petrificada y odiándome en silencio, abriendo los ojos y puteándome en idioma mudo por dejarla encerrada entre ese carro y la explosión de carcajada que necesitaba soltar.
Finalmente, cuatro o cinco minutos después, me recompuse, y sin mirar a los costados, volví triunfante al carro.
Seguí con el servicio como si nada hubiera pasado, intentando no cruzar miradas con la Tana, que de haber tenido un pañal puesto, se hubiera meado ahí nomás.
Esperamos a terminar el servicio muy amigablemente, para volver raudas con el carro al galley y dejar salir el griterío, que se habrá escuchado hasta la 28.
El For Bitching Only se disculpa con todos los pasajeros que son incomodados por la taradez total de los tripulantes con alma de niños.
Jajaja genial! No sabés como me gustaría romper la barrera pasajera-azafata y cagarme de risa con vos en tu mundo galley de camino al baño!
yo una vez le dije a una nena… gorda ke vas a tomar…..kuando la mire, la madre odiada…..la niña era obesa morbida! kuak….mori…………………