Y de pronto decido bañarme, me sacó la ropa, enciendo la luz del baño, abro la canilla de la ducha y escuchó una explosión. ¡¡¡¡¡BOOOOOOOM!!!!!!
¿Bomba nuclear mendocina?
Nah.
Se prendió el calefón.
(Aguante el Premium Tower y las diez mil emociones que provoca)
Y aguante 'el fantasma' que hace que, mientras te duchás, la temperatura del agua oscile entre muy fría e hirviendo durante todo el tiempo que dure la ducha!!! 😉