Cómo volver a escribir algo que no sea muerte? Algo que no sea recuerdo? Algo que no sea final?
No sé cómo se hace.
Y lo digo sin dolor, lo digo sin regocijarme en angustia ni temor. Lo digo sin vueltas, abriéndole la puerta a la realidad de esta nueva situación.
No me puedo reír. Lo siento.
No puedo hacer reír, disculpen.
No estoy triste, no lloro. Pero hoy no sé reir.
La puerta de mi casa se ha transformado en un puente levadizo. Al cerrarse, afuera queda una laguna de cocodrilos y caimanes que me protegen de todo mal. No quiero salir, no quiero verlos, no quiero verte, no quiero escuchar.
Mi refugio de té con leche y animales me sienta bien.
No estoy triste, no me hagas repetirlo.
No estoy enojada.
Me estoy amigando con la situación.
Estoy sacando a la huérfana que hay en mí. Entendiendo que los domingos ya no son de visita ni de culpa, ni alfajorcitos, ni oxígeno en 5, ni canal 26.
Atrás quedó la locura, atrás quedó el lobizón. Ahora estamos todos en paz.
Cerré la puerta del castillo y tiré la llave a la laguna, la ví hundirse lentamente entre el verdín del fondo. Descansé.
No me vengas a buscar, no quiero salir, no te quiero dejar entrar.
Nos quedaremos mirándonos las caras, aprendiendo del nuevo plano, nos quedaremos en silencio y a oscuras, nos quedaremos empantanados.
No me manden la patrulla de rescate. No soy un rehén. No me manden amigos y familiares, con el delivery me entiendo bien.
Está decidido: voy a ir a trabajar. Voy a comprar piedras y galletitas. Voy a sacar a la perra a pasear. Voy a ir adonde se ve el sol naranja esconderse en los árboles, voy a volver, voy a dormir.
Voy a escribir acerca de los ojos, acerca de la piel fría, acerca de lo que intento negar. Voy a escribir la historia de los hijos de la locura, del amor, lo desprolijo y las ataduras, voy a escribir acerca de ojeras y noches eternas, corridas, tiros y lastimaduras. Voy a escribir acerca del dinero y del alcohol, voy a hablar de las drogas, de estar solo, de perderlo todo, de aspirar la casa con luz de luna y con insomnio. Voy a hablar de lo que no se me permite, voy a hablar de lo que acaba de pasar, voy a hablar de lo que nadie imaginaba, de los miedos, del asco, de la nada, de que las horas no pasen, del hambre, de la soledad, de no poder respirar.