Y no te sabría decir bien el comienzo de esta historia, porque me la contaron asi nomás y no quisiera inventar, pero el asunto es que el capitán (copado) llama a la tripulación para pedirles que vayan a la cabina (cockpit) a ver las luces de San Telmo.
El tripulante en cuestión, sorprendidísimo de que desde 10.000 metros y viniendo de Tucumán, se viera San Telmo, se quedó calladito.
En su mente, se preguntaba si se vería también Palermo, Devoto, Belgrano… que se yo…
Saint Elmo lights.
Naaaa, si na samas taaadas taradas.
Y al final pudiste ver esos "rayitos"?
Hace una hora empecé a devorarme tu blog cronológicamente… Sigo subiendo 🙂