La lucha eterna entre querer ganar más plata y no tener ganas ni de bañarte ni de hacerte el rodete ni de calzarte esas medias de descanso imposiblemente ajustadas ni de taparte los tatuajes con parches y maquillaje ni de ponerte el vestidito que te queda apretado en la zona clave ni de subirte a los tacos rojos que te apretan el callito ni de armar la cartera y el carry ni de pintarte los labios de rojo… O sea, las ganas de quedarte en casa con el buzo ese grande enorme de beaver creek y pantuflas.
Que no suene, que no suene, que no suene, que no suene.
Ring!
Que sea mi vieja, que sea mi vieja que sea mi vieja, que sea mi vieja…
Hola V. Soy G. de roles.
Chau.
Te mando un re besote.
Jajajaja.
Es la típica situación en la que nunca terminás conforme. Si te llama Gustavo de Roles, porque te llama Gustavo de Roles y tenés que comenzar con la aventura. Si no te llama… Para qué carajo me quedé en casa, haciendo nada (cuando en realidad hay días libres en los que no estás obligada a estar atenta al tel y te quedás igual haciendo fiaca), si realmente podría haber salido un rato, al kiosco, que en los días de guardia es como un parque de diversiones!
Más vuelos, más plata.
Más vuelos, más cansancio. Y psicológicamente, como ese vuelo en una guardia no figuraba en tu rol mensual, es más cansador todavía…
Qué dilema…