Qué difícil adaptarnos a los tiempos que corren. Nos pintaron de colores, nos tomaron las medidas, nos dieron algunos libros para estudiar y nos pusieron adelante de un carrito lleno de sanguches. Yo ya soy una señora grande para la corporación, el uniforme nuevo no me entra y la chica me sigue diciendo “ese es tu talle, ese es tu talle!” entonces me tiro al piso y entre 4 me intentan subir el cierre del pantalón, me paro agarrándome de las paredes, metiendo panza y la miro a la chica con una sonrisa incómoda. Ella dice “viste que te entraba!” y anota en su planilla que soy un 38, cuando todos sabemos que hace años que soy 42. Pronto seremos otros colores, otras barbas, uñas rojas, otros libros y un montón de sanguches, todo junto.
Nos miramos confundidos… por lo general, los seres humanos nos resistimos a los cambios; tenemos una hermosa tendencia a quejarnos del aburrimiento pero a preferir que todo siga igual, sin desafíos. Sin embargo, esta vez, estábamos entusiasmados ante la novedad… eso claro, hasta que nos topamos con sus caras de orto :_(
El Sierra Juliet, el Foxtrot Oscar, el Oscar India y yo, hicimos una juntada. Yo ponía la casa, ellos la comida. En el living de casa nos matamos con chocotorta, té verde, sándwich vegetariano para mí y sanguchitos de jamón y queso para ellos. Entre budines y muffins se nos pasó la tarde, y a la nochecita, le entramos al fernet con coca, y al champagne con red bull. Terminamos en pedo. Dice el Foxtrot Oscar: “loco yo me voy que estoy de guardia”, responde el Oscar India: “dale careta, si tenés el carry en la bodega, quedate un rato que el comodoro y el gallegos ya salieron…” todos reímos y el Sierra Juliet me dice que se queda a dormir en casa porque el 60 a esta hora ya no pasa y el Uber no le toma la tarjeta. Seguimos riendo, y mientras levantamos la mesa y los despido en la puerta, nos abrazamos y nos decimos que deberíamos juntarnos más seguido, pero claro… uno siempre está de posta, el otro en C-check, yo en la facultad y el otro en mantenimiento. El Sierra Juliet se defiende: ” Cheee, yo no estoy tanto aog!” estallamos, no te ofendas Juliet, pero cada dos por tres te pasa algo… Ibi los despide ladrándoles mientras encienden los motores, Adela tiembla, Vento duerme, y Juliet y yo nos lavamos los dientes para dormir.
-Qué cara de orto tiene la gente, me dice con la luz y los pensamientos casi apagados.
-Todos nos tenemos que adaptar… para todos es un cambio grande.
-Si, pero qué cara de orto que tienen.
Nos reímos. Es verdad, la cara de los pasajeros es tremenda en estos días. Todos los días me calzo el delantal y salgo con un carro de obesidades, mientras, como señoras ofendidas, me dan vuelta la cara o me dicen que 30 pesos un café es un robo. Cada fila que nos pone cara de orto es una derrota para nuestros pobres corazones de tripulantes de cabina sensibles. No podemos hacer nada, tan solo avanzar y seguir ofreciendo, con un poco de vergüenza y timidez, este cambio.
El modelo mundial ha cambiado, ya nadie regala nada. En los aviones se paga por la comida, bebidas, por los asientos más cómodos, por los equipajes despachados, por auriculares y por internet. En los vuelos domésticos, son muy pocas las aerolíneas que ofrecen todo esto gratis. Recuerdo que me sorprendió Bangkok Airways, con un servicio de bandejita caliente con una especie de pan con carne picada arriba, no sé si quiso ser una pizza o qué cosa era eso, pero me comí la mía y la de mis acompañantes allá por el 2016, y los tripulantes qué amorosos, y ellas qué peinados, qué prolijas… Emirates, Qatar… bandejas en turista con comida regular de avión, pero dos mil pelotudeces, pancitos, galletitas, cremita, quesito, picantito, todo hermoso, rico, miniatura… CHICOS ESOS SON PETROLEROS! TE PODRÍAN DAR UNA MUESTRA GRATIS DE PETRÓLEO SI QUISIERAN! Volvamos a la realidad de nuestro país, no somos petroleros, volvamos a la competitividad, a nuestro mercado… sí, lo siento, es verdad: estamos vendiendo la comida. No estoy feliz por tener que decirle a quién esperaba algo gratis que ahora tiene que pagarlo, pero tampoco puedo hacerme responsable personalmente por las decisiones del mercado. Así que solo puedo pedirles algo, BE NICE: conocen esa frase que dice que todas las personas están peleando una batalla de la cuál no tenés idea? Bueno, eso nos pasa, yo personalmente, tengo una batalla con la impresora fiscal del carro que funciona como el reverendo ojete y cada tres tickets me tira un PIIIIIIIIIIIIIII!!!!! y se traba, y el teléfono celular, no tener cambio, que se acaben las pringles, que no aparezca el destapador de Patagonia….otra lucha. Dénse la oportunidad de un Té verde con una chocotorta mirando las montañas desde arriba, o de un sanguche con birra; no vendemos tan caro, cambien esa cara de culo que no es tan grave… el otro día me clavé una chocotorta mirando por la ventana y fue uno de los momentos cúlmines de las últimas semanas, sí lo sé, bastante loser mi momento cúlmine, pero bueno, soy una señora mayor… no tengo muchas emociones fuertes.
Prepárense para este nuevo modelo, prepárense para experiencias de vuelo diferentes, ahora tenemos más posibilidades de elegir… ahora la religión del avión viene con todo, con novedades, con sorpresas, con PAPAS Y GASEOSA GRANDES.
Y si no quieren comprar nada, entonces tráiganse la vianda y vénganse al galley a hacer el picnic con nosotros, venimos inventando formas de no comer comida de avión desde que se inventó la aviación comercial!!
Un bezo. >:p
Que bueno volver a leerte en el blog.
Y prometo cuando me toque viajar interno poner la mejor onda como para contagiar a todos a mi alrededor.
Impecable relato para una situación tan mundanal y capitalista, el mercado manda y esta nueva entrada del blog es excelente!
Slds
Lo que debe haber sido pasar esos primeros dias.. la gente tiene con mucha facilisdad cara de ogete.. coincido con Sierra Juliet. Por mi parte, pondre mi mejor cara. Viajo en agosto a COR. 🙂
Que suerte la vuelta del FBO…lo ameritaba este cambio!!..Yo llevo lentejas veganas para la tripulación. .total. .cualquier consecuencia. .pueden despresurizar..no??
Muy lindo relato!. Un gusto leerlo.
Todos aburridos, pero nadie quiere cambiar (algo así dice); perfecta deficinion.
Todo bien con poner apoyo y el famoso granito de arena, pero hacerse cargo de decisiones en las que ni siquiera tuvimos que ver…?
A comerla!!!!
Sé que te gusta escribir de temas diversos, pero como tipa con hambre de laburar de TCP estos relatos son mis preferidos. Confieso que apenas leí el mail con los precios me pareció caro, pero pensando en los precios del aeropuerto y la posibilidad de llevar vianda después me di cuenta de que está correcto. Quizás sí me pareció un poco una cargada cómo decidieron abordar el cambio en la publicidad, no sé si tuviste la oportunidad de ver el video. Saludos V
Para mi proximo viaje, si la psa me confisca los termos y las gaseosas antes de subir… me pido una chocotorta!
😀