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Descalzo en el avión? Está seguro?

Yendo de pasajera ví como una mamá y sus dos hermosas nenitas rubias con remeritas rosas y hebillitas esperaban su turno para pasar al baño del avión.
La más chiquita se estaba haciendo encima, muy evidentemente, y su hermana se reía de ella con carcajadita silenciosa mientras la mamá aprobaba todo con una sonrisa Ingalls y abrazaba a las dos.
Qué lindo momento, pensé yo, mientras las miraba desde mi salida de emergencia con las piernas estiradas y tapada con la frazadita de un milímetro de espesor de Air Europa.
En eso se abre la puerta del baño y la más chiquita da un paso para entrar… el horror se hace carne en mí y abro mis ojos muy enormes para ver lo increíble… ESTABAN DESCALZAS!!!!

PERO SEÑORA USTED QUÉ CACA TIENE LA CABEZA!!!!¿??? CÓMO SE LE OCURRE DEJAR QUE SUS NENITAS ANDEN DESCALZAS POR EL AVIÓN!!!?? Y USTED TAMBIÉN!!!!??

¿Cómo no se da cuenta la gente de que andan por una superficie con muchísimos vómitos apenas enjuagados, qué necesidad tienen de sacarse los zapatos en cuanto se suben al avión y caminar en medias, o peor, DESCALZOS, sobre una alfombra que tiene millones de fluídos y sustancias que no podríamos ni imaginar, miles de bacterias y asquerosidades que quedan pegadas por los siglos de los siglos!!!??? Y encima dejan entrar a la nena descalza al baño que está todo meado!!!!
Más tarde entré al baño sin tocar nada, como si fuera un laboratorio criogénico y ví el piso todo salpicado de pis y pensé en esa nena con los pies mojados y la verdad es que me dieron ganas de buscar a la madre y mandarla a la puta que la parió por hija de puta.

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One night in Río.

En estas vacaciones tuve la suerte de ponerme del otro lado del For Bitching Only.
Esta vez, fui pasajera. Antes que nada, enciendan los altavoces y pinchen en este link para escuchar una hermosa canción que los acompañará por la historia.
Pude experimentar todas aquellas pequeñas cosas que llevan al ser humano hasta el límite y, debo confesar, que muchas veces, tuve que justificarles absolutamente todo a los pasajeros.
Estaba volviendo a casa después de 3 semanas; el vuelo había salido a horario y todo venía normal.
Luego de 10 horas de vuelo desde Madrid, en un de los pocos lapsus de lucidez que tuve, ya que generalmente duermo todo el vuelo, sentí en el estómago que estábamos descendiendo; pensé “no puede ser, faltan varias horas”, y cuando levanto la persiana veo como empezamos a girar hacia la derecha… 5 minutos más tarde, el capitán nos dice que las cenizas han vuelto al espacio aéreo de Buenos Aires y que nos han desviado a un aeropuerto seguro. De todas las posibilidades: Montevideo, Córdoba, Mendoza… eligieron Río de Janeiro, por su infraestructura.
Mis 349 compañeros del 340 cuchichearon, mientras yo hacía cuentas mentales de a qué hora se vencía la tripulación teniendo en cuenta el descanso a bordo, sabiendo que no iban a estar listos hasta que cumplieran el descanso y que nos íbamos a quedar una noche sí o sí en la tierra de Ronaldinho. Todos los pasajeros se irían a un hotel y yo en mi condición de stand by, dormiría seguramente como Tom Hanks y me afeitaría las piernas en un frío lavabo a la vista de turistas horrorizados. Si señor, soy muy peluda. ¿Zafaría nuevamente de pagar los 30 kilos de exceso de equipaje que zafé en Madrid cuando abaniqué con mis pestañas a la amabilísima muchacha de tráfico que me dijo que estaba todo bien? o ¿me vacunarían en Río con quién sabe cuántos cientos de dólares por haberme sentido inspirada en Ikea con unas preciosas e imprescindibles lámparas plásticas y un wok?
En la fila de atrás una señora le decía a su compañero: Vos conocés Rio? Quizás son unas horas y salimos… Cuántos grados harán? Y bueeeno, unas caipirinhas me tomo… Mirá si serán guachos!! Como se decidió aterrizar a las 6 de la tarde en RIO DE JANEIRO nadie dijo nada, nadie protestó ni se quejó, menos aún cuando el “sobrecargo” dijo que Iberia se encargaría de todos los gastos, traslados y alojamiento… pero, qué hubiese pasado si en vez de decir RIO el anuncio hubiera sido así… “Señores pasajeros, debido a la ceniza volcánica proveniente del volcán Puyehue, el aeropuerto internacional de Ezeiza se encuentra cerrado, así mismo, los aeropuertos más cercanos: Córdoba, Montevideo, Rosario, Mendoza y Santiago se encuentran inoperativos, razón por la cuál deberemos aterrizar en COMODORO RIVADAVIA. Por vencimiento de la tripulación, pasaremos una noche en la ciudad de Comodoro donde la temperatura es de diez grados bajo cero. Agradecemos su comprensión y lamentamos las molestias que esto pudiera ocasionarles, siendo la empresa totalmente ajena a esta situación.”
Y ahi nomás… el estallido de la cabina hubiese sido MONSTRUOSO y dale que dale los timbres de llamado, los pasajeros que se tienen que operar de urgencia, los que vienen a un velorio, los que tienen un casamiento, un parto, los ataques de pánico, las cartas documento y los que necesitan los remedios del equipaje de la bodega. Ahí nomás aparecen los vulcanólogos diciendo que no es tan grave, que deberíamos aterrizar…
Pero no, es Río, todo se soluciona con una caipiroska y subir una foto en el Cristo al facebook que diga “Me Río de Janeiro”.
Nos cancelaron el servicio, porque no tenían tiempo para darlo.
Hicimos espera alrededor del aeropuerto por 40 minutos porque no estábamos en el itinerario y, al aterrizar, estuvimos más de una hora con la puerta cerrada y sin escalera porque nadie venía a recibirnos.

Pero ustedes tendrían que haberles visto la cara de felicidad y ansiedad a los niñitos grandes queriendo bajar rápido del avión para respirar el aire carioca de 25 grados.

*Les dejo de regalito una hermosa canción llamada “One night in Rio”, de Louie Austin. La letra está en los comentarios.