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Explicar el dolor.

(Swimming in a fish bowl)
Todo se puede poner en palabras. Todo puede ser explicado, una casa, un perro, el perfume, los sabores…
pero, explicar el dolor?
¿Se puede explicar el dolor?
Ustedes quieren reír. Lo sé. Ustedes entran a este palacio para que nosotros los bufones les contemos cosas tontas y pongamos caras que nos ridiculicen para que ustedes puedan reír.
Y nosotros lo hacemos. Yo lo hago. Invento historias, las decoro, las escribo, se las presento con una foto y una canción, y todos contentos.
Pero ¿quién es la persona que está del otro lado de las letras?
¿Importa?

El corazón no debiera sentirse latir. Uno debería poder estar acostado y no escucharlo, no verlo, no sentirlo a punto de explotar. A uno no le debería latir algo en la garganta, no debería bajarse la presión, faltar el aire, achicarse la habitación. Sin embargo pasa.
Los ataques de pánico pasan. Los ataques de llanto, le pena metida ahí adentro, la desesperanza, el miedo a que este día no termine más.
¿Qué nos han hecho, a nosotros, los tristes? ¿Qué cosa tenemos mal en la química de nuestros cuerpos, qué enzima no podemos sintentizar?¿ Por qué no podemos ser felices como los demás?
¿Por qué no nos podemos olvidar de una vez de todos esos pensamientos que nos persiguen?
Cuando uno puede observar su propio corazón latiendo a través de la ropa, cuando las pulsaciones se sienten como si la bomba estuviera dentro de la boca, cuando duele el corazón como estuviera infectado, o moribundo… algo anda mal.

La cabeza anda sola.
Quiero que lo sepan.
No existe tal cosa como el entrenamiento de la mente.
Es mentira.
Si vos me decis “ponete bien” no me voy a poner bien.
Si me decís “no pienses en eso” voy a pensar en eso igual.
Por qué? Porque la cabeza va sola.
Se la ha criado, alimentado y acariciado con golpes, y hoy, funciona a fuerza de golpes.
Qué pasa cuando uno no quiere más golpes?
Qué pasa cuando uno decide tirarse de un auto en movimiento porque sabe que va sin frenos a un precipicio?
Qué duele más? Los raspones? La muerte súbita? La culpa de saber que había gente en el auto que siguió y uno no hizo nada?
Todo me duele igual.
No sé explicar el dolor.

Trato de buscar el momento exacto en que se me pudrió la nuez. Ese segundo en el que alguien se acercó con la maza y me dio en el medio de la cara, dejándome destrozada para siempre.
¿Cuándo fue?
Ni siquiera me puedo acordar.
Pero de ahí en más, todo fue tapar huecos y llenar espacios. Todo fue maquillar al muerto para que pareciera vivo, barrer bajo la alfombra y hacer reír a los demás.
A mí casi nada me hace reír.
La gente no me divierte. Me cuesta mucho encontrar códigos en los otros que me parezcan copados, en general todos me parecen unos tibios y está bien así. No es que me crea más que nadie, envidio la capacidad de los demás de reírse de todo, de tentarse, de encontrar felicidad. Los envidio con odio, con ganas, con fuerzas. Amo una carcajada ajena y la odio. Una buena carcajada que te haga sonreír, te haga sentir partícipe de su momento de felicidad.
Respiro hondo en la posta más depresiva de la historia de la aviación.
Siempre me toca llorar en Neuquén, no entiendo por qué.
Soy ansiosa y no me banco estar mal. Quiero encontrarle solución urgente a mis problemas y no soporto que la angustia no se vaya y las horas pasen. No me olvido, no me distraigo, me quedo ahí estancada, pensando en el motivo de mi desolación, una y otra vez, imaginando las situaciones dolorosas en loop. La cabeza no sabe parar. Trato de dormir, no funciona.

Debería estar acostumbrada después de tantos años.
Pero no.

Lo único que lo disipa durante unas horas, es volar.
Armar el carro, ofrecer las bebidas, desarmar el carro, aterrizar.
Y de vuelta al horror.

¿Explicar el dolor?
Algunos hemos sido visitados de niños en nuestras cunas, por una mala de Disney que nos dejó el toque de la oscuridad, de la desconfianza, de la destrucción.

“Todo lo que toques será destruído. No podrás formar, mantener, crecer, evolucionar.
No podrás crear.”

Me acuesto a ver cómo la vida me pasa por encima. Eso es el dolor.
No querer verlos, a ustedes, seres, personas.
No entender para qué todo esto.
No saber dónde está la punta de la hoja para darle vuelta y empezar de cero.
No conocer el significado de volver a empezar.

¿Qué nos han hecho? ¿Cuándo nos dieron el golpe mortal que nos dejó en coma emocional?
Desenchúfennos. Déjennos ir de una vez.

No podemos explicar el dolor.

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Great place to work

Me acuerdo cuando la servilleta venía adentro de la cajita. Ohh qué tiempos aquellos.
Y una compañera me dice anoche “¿Te acordás cuando las medias de descanso apretaban?” Es verdad, no te las podías poner, era una lucha de contorsión que empezabas media hora antes del horario de búsqueda, terminabas transpirada y agotada y todavía no habías salido de tu casa.
Me acuerdo cuando les dábamos cinturones a las mamás con bebés para el despegue. Y después cuando les tuvimos que explicar que ya no era seguro. Se quedaban mirándonos onda wtf hasta la semana pasada me lo diste?? Bueno, la aeronáutica es así señora. Entonces ahí salía yo diciendo que Airbus hizo una prueba con Crush Test Dummies y que se COMPROBÓ que el bebé está más seguro en brazos de un adulto que entre un cinturón trampa mortal aprisionador que seguramente le hará mucho daño en una maniobra brusca en tierra o en un período de turbulencia. Si, es verdad, yo decía eso. Ustedes no saben la cantidad de cosas por día que no podrían creer que yo le digo a los pasajeros para hacerlos felices.
Ayer nomás salimos a hacer el servicio La Difamadora y yo (por qué se llama la Difamadora, es otra historia) y arranco en la fila uno, Buenas noches cómo le va? qué le sirvo para tomar? quiere un cafecito un té blabla. Sirvo la primera fila y cuando paso a la segunda, sirviendo un café, lo noto ESPESO, OSCURO, como si fuera petróleo. Le digo a la difamadora, vos le pusiste más café a la cafetera? “Si” me dice toda contenta. Uhhh ya tenía. Habíamos hecho la cafetera con cuatro tapas de café, lo que equivale a UN MONTÓN. Vuelvo una fila para atrás y le saco el café de la mano a la señora de la 1Juliet, NOOOO SEÑORA no lo tome, démelo. Pero qué pasa querida? Pasa que le estoy salvando la vida, si usted quiere volver a dormir alguna vez en esta semana deme ese café que le hago uno nuevo. Retiro los tres cafés de la fila pidiendo disculpas y preparando cafeteras nuevas para todos y todas. La señora, con su nuevo café en la mesita, me pregunta “qué le pasaba al café querida?”
“Era un asquete señora, tómese ese que le hice, que es un lujo”.
Recuerdo cuando todavía se usaba hacer reir al que se paraba para la demo de seguridad. Chiste demodé. Los compañeros, con tal de hacerte pasar un mal momento, pasaban sentados en un carro, se colgaban un delantal del cuello hacia atrás simulando ser una capa, y parados sobre el jumpseat hacian que el otro compañero agitara el delantal, dando una sensación de que estaba volando en el medio del galley, otros se ponían en bolas, otros hacían bailes africanos… y vos ahí parado, tratando de no reírte de la estupidez suprema de los dos nabos de atrás. Pero eso es historia. Así como los sanguchitos en los vuelos a Ushuaia, eran 95% PAN.  Promedio de sanguchitos que me comía por vuelo: seis/siete (por tramo). Llegaba de ese vuelo con principio de bulimia.
Recuerdo el King David y las visitas de los fantasmas. Fantasmas que también nos visitaban en el Gen. Ohh qué lindos recuerdos el Gen de Santiago. Estaba buenísimo porque te invitaba a conocerte más con la tripulación. Generalmente te daban la misma habitación que tenía tu compañero el que se iba de la posta a las 5 de la mañana, entonces vos llegabas de tu vuelo tipo 12 de la noche, metías la llave ( SI, tenía llave) y cuando abrías la puerta, tenías ropa arriba del sillón y la ducha corriendo. Era el capitán del otro vuelo, que aparecía en toalla y te decía ” QUÉ HACÉS V.!???” Y vos con los ojos abiertos como platos, el carry en una mano y el picaporte en la otra te quedabas petrificada, sin palabras, tratando de entender por qué te estaba sucediendo tener que ver a este señor mayor en toalla adelante de tus ojos no teniendo ningún interés en hacerlo. EL SEÑOR REPITE QUÉ HACÉS!!!!??? y vos cerrás la puerta sin contestarle, con la cara de diez mil colores, para dirigirte a la recepción la ira que venís juntando desde los tres tramos, a cobrarle a ese front desker todo el odio de la recogida de auriculares y las diez mil veces que tuviste que correr el carro del duty para que pasaran al baño. Pero, los casi latinos no se enojan nunca. Te miran y te dicen IA, pudo haber sido un error. Pero bueeeeno, son todos compañeeeros. NOOOO! NOOOO! NO SOMOS TODOS COMPAÑEROS!!! ESE SEÑOR ESTABA CON SU PECHO PELUDO ADELANTE MÍO! YA NO PODRÉ MIRARLO COMO UN CUATRO TIRAS! A PARTIR DE AHORA SU PECHO CANOSO Y PELUDO ME PERSEGUIRÁ EN TODOS LOS BRIEFINGS! DAME UNA HABITACIÓN QUE TENGA MUCHO ALCOHOL EN EL FRIGOBAR! QUIERO OLVIDAAAAR!
Entonces llegas a la habitación (no hay nadie) y vienen tus compañeros con pizza  y te cuentan que ese hotel está en una zona de funerarias, o algo así y que entonces está lleno de fantasmas y que el hotel está maldito. OJO. a mí me chupa un huevo que el hotel esté maldito, por mí que me armen el carry, me lo desarmen, me hagan cosquillitas en los pies y se me acuesten cucharita, pero hay que saber que esas cosas a algunas chicas no hay que decírselas.
¿Ustedes tienen idea de lo ESTÚPIDOS que quedamos en el hotel de Mendoza?
-Buenas noches dice el recepcionista, mientras entrega papelitos para firmar y biromes.
-Buenas noches dicen las conchudas.
-Qué hay que llenar? preguntan.
El tipo no lo puede creer, puede ser que sean TAN taradas, vienen cuatro veces al mes desde hace 5 años y llenan siempre lo mismo NOMBRE APELLIDO DNI y FIRMA. Entonces, para qué carajo preguntás que tenés que llenar!?
Pero no responde eso. Responde: Nombre Apellido Dni y Firma.
-Ah. responden.
Y entonces salta una: AY NOOOO 504! Esta es la del fantasma???! No, no, yo no duermo ahí, qué miedoo! No me la podés cambiar!?
-No hay más habitaciones, responde cara de orto.
-Ay no, yo no duermo en toda la noche me da terror, la otra vez le desarmaron el carry a un chico te enteraste? No, me voy a dormir a tu cuarto. si?
Yo: Se.
Y ahí la tengo toda la noche ocupándome los enchufes con sus cargadores, con su olor a culo del vuelo, cagando en mi baño y comiéndose todo de mi frigobar.
Me recago en el fantasma Benito y la concha puta madre espíritu que lo parió.
DESARMAR CARRYS?
POSTA?
Cómo una fuerza sobrenatural, una energía del universo sin encarnar, un finado sin cuerpo, si querés, podría desarmarte el carry on y tirarte la ropa hacia afuera?
No lo entiendo. Misterio.
Sin embargo, cada posta en Mendoza es lo mismo. Estoy llenando la planilla y cuento en silencio a ver qué conchuda dice primero “a quién le toco la del fantasmaa?” AY OJALÁ QUE ME TOQUE A MI Y ME ASESINE ASÍ NO TE TENGO QUE SOPORTAR EN EL VUELO DE VUELTA PEDAZO DE BOLUDA.
Pero la boluda tiene tanta suerte que seguro si me asesinan vuelve ferry. Y AHI VOY A VENIR YO EN VERSIÓN  FANTASMA PARA ATERRORIZARLOS  A TODOS, ME QUEDARÉ A VIVIR EN EL BRAVO SIERRA JULIET Y PASARÉ ARRASTRANDO HALONS, TIRANDO CAJITAS POR EL AIRE Y METIÉNDOLES HIELITOS ADENTRO DE LAS CAMISAS. BRR QUÉ FRÍO.
SUPLIQUEN QUE NO ME MUERA.SÓLO ESO DIGO.
Este post se fue a la mierda. Esto suele pasar en las postas a Neuquén, donde no hay fantasmas pero te dejan un jaboncito de telo arriba del bidet, sin papel. O sea que no podés decir si fue usado o está impoluto, y donde para conectarse a internet, tienen a un millón de elfos domésticos pedaleando en bicis fijas para generar 3 MB. Claramente yo siempre llego a la posta cuando están en hora de almuerzo, o les dieron vacaciones.
Recuerdo una vez que, llegadas a Bariloche, nos comuican que hay problemas con una habitacíón, la que debíamos compartir una compañera y yo. Había goteras, o algo similar, así que, no habiendo más lugar en el hotel, nos llevaban a otro hotel a 5 cuadras de allí. Vuelve la camioneta, nos subimos con los carrys y allí nos vamos como las huérfanas del grupo a vivir a otro hogar. yo sentí tristeza, no me pregunten por qué, debe ser ese complejo de Annie del orfanato que llevo dentro.
Llegamos al hotel y nos dicen que la habitación aún no está lista, si queremos tomar algo en la barra (?) Y bueno, nos tomamos dos té con leche, imaginate que 9 am con uniforme no me voy a pedir un Jaggermeister. Como a los 10 minutos nos vienen a preguntar si queremos una cama o dos. Nos miramos. Tenemos pinta de parejita en luna de miel traviesitas que se vinieron vestidas de azafatas?
DOS!!
Ah, ok, entonces esperen por favor unos minutos más que subimos las camas. (?)
Yo para ese entonces ya me imaginé que me estaban armando el altillo y que iba a dormir como Harry Potter en el cuarto de las escobas.
Pero no. Era una habitación normal. 20 minutos después, las recién casadas cruzaron la puerta.
A ver, cómo les explico? CHICO, es poco. Evidentemente no habían encontrado una habitación donde entraran DOS CAMAS. Razón por la cuál, tomaron la cama grande ( que en muchos hoteles son dos colchones unidos) y las separaron unos centímetros. El espacio para pasar era ínfimo. Digamos que a los pies de la cama quedaba lugar para que pase una sola, porque si pasábamos las dos, una se caía arriba de la cama. Una mesa de luz a cada lado y espacio para dejar la valija? No.
El remate fue el siguiente. A mi derecha, si estiraba la mano, podía tocarlo, estaba el vidrio esmerilado azul del baño. Ese vidrio llegaba hasta arriba, por suerte, haciendo de pared divisoria entre el baño y la habitación.
Mi compañera me dijo voy al baño y entró.
La ví y escuché sentarse, lavarse los dientes, apretarse unos granos, etc.
LE DIJE: CECI QUIERO QUE SEPAS QUE TE ESTOY VIENDO.
AY NO BOLUDA NO ME MIRES.
NO TE QUIERO MIRAR PERO ESTÁS AHI.
NO ME MIRES FORRA!
Miré para el otro lado, estiré mi pierna y la apoyé arriba de la cama de ella. Definitivamente estábamos muy cerca.
Pusimos horarios para cagar y la convivencia fue genial, antes de dormir le acaricié el pie con la punta del mío y le dije “Hasta mañana mi amor”. Ella estalló de risa.

Y si, es un lugar hermoso para trabajar. Las anécdotas del pasado van quedando atrás y nos vamos superando, porque la verdad es que ser assafata, es lo más hermoso quiay.

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Manténla préndida fuégo.

(music on)

Se acerca una persona y te pregunta:
-De qué trabajás?

Hay cuatro respuestas posibles:

1-Soy tripulante.
La persona piensa que trabajás en un barco.

2-Soy tripulante de cabina.
La persona no entiende lo que le dijiste.

3-Trabajo en una aerolínea.
Eso es para no decir cosas que no van a entender pero evitar todo lo que ocurrirá en el punto 4.

4-Soy azafata.
INMEDIATAMENTE, por más que estás en jogging y remera de Newell´s All Boys adelante de él, acabás de bajar cuatro kilos, te crecieron las tetas y una pija invisible vino flotando hacia tu boca.
Te volviste una diosa, una puta, alguien intocable, la más cogible del barrio y su amor para siempre.
Te la imaginás parada en la mitad de la cabina haciendo la pavada, léase por esto: marcando las salidas de emergencia con las manos. Marcar las salidas de emergencia en idioma de hombre sería como chupar de a diez pijas, veinte, treinta. No sé. Ser la madre de sus hijos, cocinar milanesas, pero que te guste jugar a la Play. O aún más que eso, terminar de coger y pedir la pizza sin que él tenga que abrir el ojo ni tocarte con el dedo gordo del pie. Y que te vistas y bajes a buscarla. Y la pagues. Y te comás una sola porción.

Necesito que entiendan que de cada 10 azafatas solamente dos están buenas. Para que después no rompan las bolas cuando se bajan del avión y le digan a los amigos que:
A-Eran todas viejas
B-Eran todas gordas
C-Eran unos papagayos

Entendamos que, salvo excepciones, que en mi empresa las hay, y hay muchas… no nos eligen por la belleza sino por otras cualidades. Y NO ME ESTOY TIRANDO ABAJO, ESTOY SIENDO REALISTA.
Qué pasó con la época en que las azafatas eran todas altas, rubias, con ojos claros, dientes perfectos, boca carnosa, 90-60-90? No lo sé. Pregúnteselo a ellas, que hoy deben tener 60 años y están entregando chicken or pasta en American Airlines. Los tiempos han cambiado, ahora buscan personalidad (?) y gracias a eso, los bagayos nos hemo vuelto azafatas y a mucha honra!

La azafata es un asco.
Sepa que la azafata siempre se está cagando.
No caga en el avión, no caga en el hotel, no caga en su casa porque justo cuando está ahí no tiene ganas, entonces contiene, contiene, contiene. Se presuriza y anda todo el día aguantando con cara de activia.
La azafata siempre se está meando. No tiene tiempo de bajarse las medias y mear en ese baño inmundo en el que mean los pasajeros; porque además, las pocas veces que lo intenta termina con la media meada y la pierna chorreada, razón por la cuál espera, espera, espera.
La azafata siempre tiene hambre. Come como carnicero, se come todo lo que ve, come parada, come con las manos, come aunque el sánguche se le caiga al piso, porque es el único que hay. La azafata se come lo suyo y lo que dejan los demás. La azafata le envidia la comida al compañero que se trajo de la casa, siempre quiere que le conviden y nunca dice que no cuando le ofrecen. La azafata quiere que le regalen comida, es un elefante de zoológico, quiere que le tiren galletitas, que le ofrezcan de los tuppers, que le compren cosas en la escala. La azafata quiere que los que van en traslado con pasajes de cortesía, como cobus, de la empresa, de otra empresa, con cockpit pass le traigan regalos de comida. Y nunca los quiere compartir ” Noo, al cockpit no le demos total ni se enteran, lo dividimos entre nosotras, my precious my precious”
La azafata tiene las medias sucias. Chorreadas de jugo, de leche, de coca, de café.
El saquito de descanso de la azafata huele a nicho. Ese olor a avión rancio, a chivo viejo, a perro mojado.
Los zapatos de la azafata tienen salpicadas del mesozoico.
Las uñas de la azafata están sucias, las manos secas, los brazos pegajosos.
Los pelos de la azafata están siempre a medio crecer. ¿Cómo estar depilada todos los días de la vida? IMPOSIBLE! traspasan la media, fíjense en el próximo vuelo si miento YO NO MIENTO! Traspasan la media!!!!
La azafata parece que está caliente siempre pero después no quiere garchar nunca. Pregúntenle a los novios si no. ( Promoción no válida dentro de los seis primeros meses de relación).
La azafata es borracha.
No puedo explicar cómo ni por qué, pero siempre termina en pedo.
La azafata tiene várices, arañas, lombrices, todo tipo de insectos tatuados en sus piernas. La presión ha hecho estragos en su circulación.
La azafata tiene arrugas. La cara se le seca, la piel se le seca, LA CONCHA SE LE SECA.
El ambiente del avión te la seca, no se puede evitar.
La azafata tiene vértigo, miedo a la velocidad, a la electricidad, al fuego, al viento fuerte, a que la empujen, a que la asusten, a que le aparezcan de atrás de un mamparo. La azafata es pelotuda.
La azafata se tira muchos pedos siempre en todos lados. Su culo es una olla de presión día y noche, en tardes de vuelo, en cuatro eles, en vacaciones, en talleres y cursos. Su culo está genéticamente dotado para albergar el porcentaje de gases raros que la atmósfera sea capaz de soportar.
La azafata tiene sueño. La dejás dos segundos en silencio y quieta y se duerme.
La azafata es adicta al celular. No la jodas cuando lo tiene en la mano. Bastante ya con tenerlo apagado durante el vuelo y perderse de todo lo que le está pasando abajo a la gente que no está a su alcance. El celular es su amigo, su novio, su amante, su familia, su único contacto con el mundo de verdad, ese mundo hermoso e inmundo a la vez, ese mundo al que pertenece tan poco pero a veces no extraña nada, ese mundo en el que no quiere estar, pero que ama con todo su ser.
La azafata engorda de 2 a 3 kilos en sus primeros meses de vuelo, y así sucesivamente año tras año, le aprietan las medias de descanso en el rollito de atrás de la rodilla, le aprieta la pollera en la panza, le aprieta la blusita en la sisa, se le descocen los sacos en la axila, le explotan los cierres de las faldas. La azafata engorda como una hija de puta. Pero después hace dieta.
Entonces la azafata vive de malhumor. PORQUE NO PUEDE COMER LO QUE QUIERE. Porque tiene hambre, porque tiene pedos, porque está gorda, porque tiene olor a chivo, porque tiene las medias pegajosas, porque está sin dormir, porque se quedó sin batería en el celular, porque no tiene novio, porque el novio no la coge, porque el novio la quiere coger pero ella no tiene ganas, porque el que se coge tiene novia, porque se la quieren coger los que no son sus novios, porque el que ella se quiere coger es puto, porque sí.
PORQUE SÍ.
ESTÁ DE MALHUMOR PORQUE SÍ.

¿Y vos? ¿Seguís pensando que una azafata es sexy?

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La mala de Disney.

Adela duerme mientras yo escucho a Parov y trato de ordenar las ideas para escribir este post. Afuera llueve.
Hace unos días, un blog amigo contó una situación de demoras en el aeropuerto de Ezeiza y la reacción de los pasajeros ante estas contingencias.
Mi idea es que vivan el otro lado de la incomodidad de las demoras o cancelaciones. No quiero enseñar, ni justificar, ni dar pena, sólo compartir nuestro lado de la historia y que todos sepamos más del otro.

Ir en avión a los lugares a los que uno tiene que ir tiene muchas ventajas. Llegamos rápido, nos tratan bien, vamos “cómodos”, genial. Se le pueden sumar algunos items más de disfrute cuando uno posee la religión de avión, pero esa es otra historia.
Así como bella, la aeronáutica es como la mala de Disney, traicionera e incierta, misteriosa, impredecible y garca. Y siempre terminamos enojados con ella.
La cantidad de motivos por los que un vuelo se puede demorar o cancelar…son innumerables, son tantos, tantísimos, técnica del avión o problemas de mantenimiento, enfermedad, incapacidad o vencimiento de tripulación, meteorología: lluvias, tormentas, nieve, cenizas de volcán, paro de controladores aéreos, paro de personal de rampa, de maleteros, asambleas de personal interno de la empresa o ajeno a la empresa pero que colabore con la misma, ya sea los nombrados anteriormente o catering, transporte, señaleros, uff puedo seguir, lluvia considerable que no permita cargar combustible, falta de equipo terrestre para poner en marcha el avión cuando este no tenga APU propio…

En lo que vamos a enfocarnos hoy para aquellos que no lo sepan, es en los problemas de mantenimiento del avión.
Hay algo maravilloso llamado MEL, que es la biblia de nuestro avión.
La MEL es una lista que indica todos los items que NO pueden estar rotos al momento de iniciar una navegación. Si se rompe una cosa, por más mínima que sea, ya sea en la cabina, en el cockpit, en la parte externa, en el baño, en el galley o en una alfombra, se debe consultar la lista MEL. Si la lista dice que éste item no es MEL, se sale sin problema como si no pasara nada. Si el ítem está a mitad de camino hablando de importancia, se difiere y se tiene un tiempo corto para arreglarlo; ahora, si la lista dice que Sí, entonces cagamos. O se arregla en el momento o el avión queda NO GO. Como yo quedo muchas veces después de los vuelos.
¿Quién decide qué cosa se rompe y en qué momento? ¿Quién decide si lo que se rompe es MEL o NO MEL?
¿Lo decide la empresa, lo deciden los tripulantes, lo decide el avión?

NO LO DECIDE NADIE, LAS COSAS SE ROMPEN.

Entonces, si es una luz de lectura, la traba de un carro, el respaldo de un asiento, el audio de una fila, una luz de exit marker, el botón de flush, el boiler, los jumpseats, el sistema de detección de fuego en bodega, la logo light, el interphone de atrás, o un álabe… para todos los casos es igual, se revisa la lista y así se decide el destino de todas las almas que debieran ser transportadas ese día, en esa matrícula, en ese exacto momento.
Muchas veces la vida es tan puta que en el momento de llegar al avión, uno encuentra la cosa rota ahí nomás, haciendo el chequeo. Ese es el motivo por el cuál el pasajero se entera cuando llega al aeropuerto, mientras putea a todo lo que camina y le pregunta a los agentes de tráfico ¿¿¡¡CÓMO NO SE DIERON CUENTA ANTES!??? CÓMO SE DAN CUENTA AHORAA!!?
Señora nos damos cuenta ahora porque los tripulantes llegan al aeropuerto una hora antes del vuelo y chequean el avión que ACABA de aterrizar, encuentran la falla, la comunican, mantenimiento sube, hace sus propios chequeos y lo intenta arreglar. Si la falla persiste, y el item NO es Mel, sale el avión. Si la falla persiste, se sigue intentando arreglar hasta que se consigue. Por eso ve usted todas esas gentecitas con mameluco ir y venir rascándose la cabeza como chimpancés, paseándose con libros y hablando por teléfono. ESTÁN LLAMANDO A DIOS. NO SE DA CUENTA SEÑORA. LLAMAN A DIOS Y LE PIDEN QUE LE ARREGLE EL AVIÓN PARA QUE USTED PUEDA SEGUIR VIAJE.
Y mientras tanto, siguen dándole al reset como loco, a ver si desaparece la falla, o si aparece la bombita de la exit sign que está quemada y COMO JUSTO ES LA TERCERA CONSECUTIVA del martcador, y eso no está permitido, hay que encontrarla sí o sí. ( Para eso NECESITAMOS EL HANGAR MANGA DE MIERDAS, PARA LLENARLO DE BOMBITAS)
Entonces usted está ahí, en la puerta de embarque, cagándose en todo lo que se menea.
¿Y yo?
Yo estoy en el Bravo Sierra Juliet haciéndome un té verde con leche, es verdad.
Usted me ve desde su posición y piensa que yo soy una mierda de ser humano.
Usted ve que yo me asomo con mi tacita de For Bitching Only, tomándome el tecito con cara de pelotuda, usted me ve ahí parada al pie de la escalera, le da la impresión de que hablo sola, de que soy una loca, de que soy una tarada ahí con mis zapatitos rojos sin importarle que usted hace DOSCIENTOS SIGLOS QUE ESTÁ EN EL AEROPUERTO, y tiene hambre sed y malhumor y que no llega adonde tiene que llegar y que todos estamos complotados en contra suyo.

Yo me asomo y miro los aviones estacionados. Respiro el viento fresco de Octubre y suspiro.
Adela quedó en casa a las 6 am, llegué a aeroparque a las 7 menos diez y a las 8 teníamos que estar saliendo, pero tengo tanta mala leche que chequeando el avión salta un caution de qué se yo qué goma en el cockpit y listo, el avión tomado por Manto.
7.30 nos dicen que la próxima información es a las 8, cuando terminen el primer chequeo.
“Listo, chicos siéntense, desayunen, esto va a ser largo, lo veo venir.”
A las 8 nos dicen que el reseteo falló. Empiezan de nuevo, quizás 40 minutos más.
Van y vienen transpirados, andan como hormigas emputecidas, los pobres. Les ofrecemos algo de tomar pero ni nos escuchan. Es la golden hour.
Sube tráfico y pregunta cómo viene la mano. Los pasajeros se impacientan en el hall. No se sabe nada, respondo.
Pienso en la demora y en Adela que me va a estar esperando para mear y yo no voy a  llegar. Pienso en el día larguísimo que me espera, después de este tramo tengo otro más, y después de ese otro, y otro.
Tengo ganas de llorar, pero salgo a respirar airecito de avión al pie de la escalera de mi amado Sierra Juliet.
“Mariconazo justo ahora te venís a romper, justo CONMIGO te venís a romper, mirá que sos cabrón eh?” Le digo con mis pies rojos apoyados en el límite de su puerta delantera con el mundo exterior…
Miro la plataforma, es de día, pasan los Embraer, pasan los 800, pasan camiones de combustible, el Foxtrot Oscar, el Yankee, le guiñamos el ojo al Romeo Alfa y nos reímos de su impacto de rayo.
Le digo, callate Juliet vos estás en terapia intensiva, no te podés reir de nadie, fucking loser. Juliet se hace el ofendido y titilan las luces. La tripulación ni se entera, yo me río. Callate idiota, le digo.
Desde mi posición, observo la sala de embarque, mucha gente me mira pegada al cristal.
Serán mis pasajeros? Me estarán odiando?
Yo soy un poco como la mala de Disney, algo bella y algo horrible, etérea, sufrida y frágil, pero a la vez fuerte, intensa y vengativa. Soy un poco como la aeronáutica en general, nunca sabés cuándo te va a dejar de garpe, nunca sabés cuándo te va a dejar tirado, pero cuando funciona bien…
Entrecierro los ojos y les tiro rayos y centellas a los pasajeros enojados, me tomo mi tecito con cara de Karina Zampini y les permito ser el objeto de su desenfrenado y desmedido odio. Dos segundos después, entro y me siento en la 1 Alfa, en las rodillas de mi amado, y le aconsejo que la vaya cortando porque la furia es total.
Mantenimiento dice que próxima información a las 9.
En ese momento es que la tripulación saca las tablas. ¿Qué son las tablas? Los vencimientos.
Legalmente tenemos 4 horas de espera en aeropuerto, eso se cuenta desde el horario programado de despegue inicial. A partir de ahí, tenemos 4 horas en las cuales somos enteramente suyos, un minuto después de eso somos un sachet de leche el 3 de enero al sol durante varias horas. Nos cortamos, nos pudrimos, no servimos más. La ley dice que nos vayamos a casa porque no estamos aptos para cumplir nuestras funciones. Usted dirá: Qué? Por haber esperado 4 míseras horas sentados en un avión morfando como gordos lechones no pueden servir un condenado café a los pasajero
? Exacto Señora, la ley no nos permite entregar cajitas, hacer café, sostenerle a su crío mientras usted orina, pedir un médico a bordo si usted se descompone, alzarla para sacarla por la ventanilla si usted se desmaya en una evacuación, apagar el fuego del baño por el puchito que su fumó el pelotudo de su marido que estaba twitteando cuando proyectamos el video de seguridad. Todas esas cosas? Nada. Inhabilitados. A casa.
En este caso la tabla decía que a las 12 del mediodía somos un Serenito añejo. Nos queda una eternidad todavía. Tratamos de dormir, sin arrugar mucho el uniforme. Una chica se saca las medias de descanso, una se suelta el rodete, otra se saca el labial. Se bajan las luces de la cabina. Yo saco mi arma letal: mi s2.
Empiezo mi recorrido virtual, visito todas las vidrieras sociales, les cuento un poco acá y allá. Manto se sube, enciende las luces y libera el avión. No nos dan las manos para juntar las migas, cruzar los cinturones, maquillarnos de nuevo, lavarnos los dientes, ponernos las medias, darle al video de embarque. Suben los pasajeros, Buenos días, Bienvenidooooosss….

BUENOS DÍAS PARA QUIÉN?? responde el primer pasajero a mi sonrisa derretida.
Me reconoce, soy Maléfica, soy la culpable de todos sus males, YO ROMPÍ EL AVIÓN, YO VISTO LOS COLORES DE SU DESGRACIA, YO PORTO EL UNIFORME QUE LE ROBÓ SUS VACACIONES, YO ME TOMÉ ESE TÉ EN LA ESCALERA MIENTRAS ÉL MORÍA DE INANICIÓN, YO PEDAZO DE PUTA YEGUA ARRASTRADA QUE ME RASCO LA CAJETA TODO EL DÍA Y MI MARiDO ME MANTIENE, YO CONCHUDA CHILENA MAL COGIDA, YO ASSAFATA VIEJA GORDA PUTA FORRA MALA PERSONA Y VULGAR.

Bienvenidocomoleva le digo medio bajito al segundo pasajero, quién me responde con una gran sonrisa que me da esperanza y me hace revivir, pero la sonrisa era irónica porque inmediatamente me responde CÓMO ME VA A IR!? A USTED COMO LE IRÍA?! QUIÉN ME VA A DEVOLVER A MÍ EL TIEMPO PERDIDO!? USTED!???!!

V1-Hundido
No existo más.
Faltan subir 166 y estos dos ya me denigraron a lo más pequeño del ser humano. Y el té que vuelve por la garganta, con ganas de salir como vómito verde explosivo a la cara del pasajero número tres, antes de que diga ni hola, quiero gritar que ADELA ESTÁ SOLA, QUE NO TENDRÉ MARIDO NI HIJOS PERO QUE YO TAMBIÉN TENGO UNA VIDA Y TAMBiÉN TENGO GATITOS Y CACTUS QUE NO REGAR Y QUE TENGO LAS PIERNAS CANSADAS Y GANAS DE IRME A LA CAMA  O DE VACACIONES COMO ELLOS Y QUE SIN EMBARGO ESTOY ACÁ REZÁNDOLE AL PUTO SEIRRA JULIET QUE SE ARREGLE Y NOS LLEVE Y NOS TRAIGA COSA QUE YO PUEDA VOLVER A MI HIJADEPUTA CASA PARA TIRARME 500 PEDOS SIN TODOS USTEDES ADELANTE.

Sube el tres.
Le digo Buenos Días, no le vomito nada.
Me dice Buenos días, sonríe un poco. Me aflojo, suben cuatro más buena onda, dos belicosos, tres mamás con bebés, diez frecuentes a los que la vida les chupa un huevo, tres viejitos nerviosos que me dan pena, setenta y tres señoras conchudas, 20 pibes que no se enteraron de la demora porque tenían ipad, 7 señores amables y varios que pasan desapercibidos. Ah, un descompuesto al borde del colapso y uno que me va a hacer juicio.

Sale el vuelo. Llega el vuelo a destino. Todos sonríen y agradecen al bajar. Nadie fallece ni me manda carta documento durante el vuelo. Todo parece haberse arreglado en el aire. Como un what happens in Vegas stays in Vegas, dejamos todo ahí y nos despedimos más amigos que nunca.

SEGUNDO EMBARQUE: Arrastre de la demora inicial.
Primer pasajero: Buenos días… bienvenido…
BUENOS DÍAS SERÁN PARA VOS NENA.
Ok.
Recalculando. Buscando satélite.
Listo, vamos de nuevo.
Repite procedimiento de sobar quena y sonreir aunque mi cara sea la más odiada de los últimos años en el planeta tierra y la estrella de la muerte. Ser buena con mamás y bebés que son los que más sufren las demoras, ser amable con viejitos que se lo merecen mucho, escuchar las quejas, dar la razón, pedir disculpas, cagarse en silencio en el Bravo Sierra Juliet, Nota mental: i wish i was dead como Lana del Rey.
Aterrizamos: se bajan sonrientes. Felices, una vez más hemos hecho un buen trabajo, hemos revertido en vuelo las fallas de la mala de Disney.
Sonya Wins.

SEGUNDO VUELO: No doy más. El Juliet está diez puntos pero yo estoy NO GO.
El maquillaje de mis compañeras da pena. Se me rompíó una media, estoy hinchada como sapo y mis ojeras surcan la mitad de la cara. Necesito enseñarle a Adela a atender el teléfono, o a twittear su estado, o a abrir la puerta con la llave y salir a mear. Necesito que Adela le dé de comer a los gatos.
El coordinador me apura EMBARCAMOS?
Si, que hay micro que no hay micro, que se demoran los pax, por qué no llegan, por qué no están en el avión. Hay problemas con Intercargo, no cargan las valijas, la re concha de la lora, llegan los pasajeros con mucha demora. Se me ocurre pensar que esta demora puede traer complicaciones, pero cerramos la puerta y salimos. Los pasajeros tienen buena onda, nosotros estamos agotados pero compartimos su energía y hacemos un buen vuelo. Llegamos a destino, saludamos.
Sonya Wins. Flawless Victory.

Se me ocurre sacar LA TABLA.
Ay no.
Si no embarcamos en 15 minutos nos vencemos.
Por qué? Porque hay otra cara de la tabla. Esa cara habla de la cantidad máxima de horas de servicio que puede tener un tripulante en un día. Se cuenta desde la presentación en el aeropuerto hasta el horario de aterrizaje. Según esa tabla, debemos cerrar puertas en 15 minutos, caso contrario, el tiempo de vuelo sería mayor al tiempo permitido de servicio y estaríamos vencidos. Qué pasa si estamos vencidos? No estamos habilitados por la ley y si hubiera algún incidente, no solo no nos cubren los seguros sino que nos pueden revocar la licencia. YO NO SALGO VENCIDA. PUNTO.
Tenemos 15 minutos para que limpien el avión y embarquen 140 personas.
Se me ríe el culo.
Por favor que suban YA MISMO QUE ADELA ESTÁ SOLA.
Se consulta con la empresa, autoriza que embarquen ya, el avión a medio limpiar, juntamos las cosas como podemos nosotros mismos. Suben los primeros pasajeros, uno, dos, tres, cuatro, cinco, veinte.
Se hace la hora.
Los pasajeros siguen subiendo.
Voy al cockpit muriendo a cada paso, le digo al Capitán: estamos vencidos.
Todos queremos llorar.
Cómo le decimos a los pasajeros que se tienen que bajar?
No, yo no les digo. Tengo miedo.
El Capitán decide frenar el embarque por medio de operaciones y hace un anuncio a los pasajeros informándoles de la situación.

Se bajan 10 personas que me van a hacer juicio, cuatro que vieron a mi mamá revoleando la cartera en Constitución, ocho que se van desmayando y varias que no dicen ni chau.
Adela sola. Nadie tiene llave de casa, mi familia está de vacaciones, estoy peleada con mi mejor amigo, y me quedo tirada en Tucumán. No tengo ropa en la valija, andaré en medias de descanso como un zombie porno por el centro de Tucumán, arrastrando las cadenas de mi desasosiego azafatil.
Sonya Wins. Flawless Victory.
FATALITY.

Y mientras tanto, en Aeroparque, los pasajeros del 4028 son avisados de una demora por cambio de equipo, ya que su avión se quedó tirado en Tucumán.
Una señora dice que está cansada de que le mientan, le revolea un teclado por la cabeza a un agente de tráfico que lo esquiva y llama a la PSA.

La señora pasará la noche en la cárcel.
Yo pasaré la noche en Tucumán.
Y en Monserrat, Adela aprenderá a abrir latas de arvejas, meará en las piedras de los gatos y tirará la cadena cuando termine de cagar.