Se acerca una persona y te pregunta:
-De qué trabajás?
Hay cuatro respuestas posibles:
1-Soy tripulante.
La persona piensa que trabajás en un barco.
2-Soy tripulante de cabina.
La persona no entiende lo que le dijiste.
3-Trabajo en una aerolínea.
Eso es para no decir cosas que no van a entender pero evitar todo lo que ocurrirá en el punto 4.
4-Soy azafata.
INMEDIATAMENTE, por más que estás en jogging y remera de Newell´s All Boys adelante de él, acabás de bajar cuatro kilos, te crecieron las tetas y una pija invisible vino flotando hacia tu boca.
Te volviste una diosa, una puta, alguien intocable, la más cogible del barrio y su amor para siempre.
Te la imaginás parada en la mitad de la cabina haciendo la pavada, léase por esto: marcando las salidas de emergencia con las manos. Marcar las salidas de emergencia en idioma de hombre sería como chupar de a diez pijas, veinte, treinta. No sé. Ser la madre de sus hijos, cocinar milanesas, pero que te guste jugar a la Play. O aún más que eso, terminar de coger y pedir la pizza sin que él tenga que abrir el ojo ni tocarte con el dedo gordo del pie. Y que te vistas y bajes a buscarla. Y la pagues. Y te comás una sola porción.
Necesito que entiendan que de cada 10 azafatas solamente dos están buenas. Para que después no rompan las bolas cuando se bajan del avión y le digan a los amigos que:
A-Eran todas viejas
B-Eran todas gordas
C-Eran unos papagayos
Entendamos que, salvo excepciones, que en mi empresa las hay, y hay muchas… no nos eligen por la belleza sino por otras cualidades. Y NO ME ESTOY TIRANDO ABAJO, ESTOY SIENDO REALISTA.
Qué pasó con la época en que las azafatas eran todas altas, rubias, con ojos claros, dientes perfectos, boca carnosa, 90-60-90? No lo sé. Pregúnteselo a ellas, que hoy deben tener 60 años y están entregando chicken or pasta en American Airlines. Los tiempos han cambiado, ahora buscan personalidad (?) y gracias a eso, los bagayos nos hemo vuelto azafatas y a mucha honra!
La azafata es un asco.
Sepa que la azafata siempre se está cagando.
No caga en el avión, no caga en el hotel, no caga en su casa porque justo cuando está ahí no tiene ganas, entonces contiene, contiene, contiene. Se presuriza y anda todo el día aguantando con cara de activia.
La azafata siempre se está meando. No tiene tiempo de bajarse las medias y mear en ese baño inmundo en el que mean los pasajeros; porque además, las pocas veces que lo intenta termina con la media meada y la pierna chorreada, razón por la cuál espera, espera, espera.
La azafata siempre tiene hambre. Come como carnicero, se come todo lo que ve, come parada, come con las manos, come aunque el sánguche se le caiga al piso, porque es el único que hay. La azafata se come lo suyo y lo que dejan los demás. La azafata le envidia la comida al compañero que se trajo de la casa, siempre quiere que le conviden y nunca dice que no cuando le ofrecen. La azafata quiere que le regalen comida, es un elefante de zoológico, quiere que le tiren galletitas, que le ofrezcan de los tuppers, que le compren cosas en la escala. La azafata quiere que los que van en traslado con pasajes de cortesía, como cobus, de la empresa, de otra empresa, con cockpit pass le traigan regalos de comida. Y nunca los quiere compartir ” Noo, al cockpit no le demos total ni se enteran, lo dividimos entre nosotras, my precious my precious”
La azafata tiene las medias sucias. Chorreadas de jugo, de leche, de coca, de café.
El saquito de descanso de la azafata huele a nicho. Ese olor a avión rancio, a chivo viejo, a perro mojado.
Los zapatos de la azafata tienen salpicadas del mesozoico.
Las uñas de la azafata están sucias, las manos secas, los brazos pegajosos.
Los pelos de la azafata están siempre a medio crecer. ¿Cómo estar depilada todos los días de la vida? IMPOSIBLE! traspasan la media, fíjense en el próximo vuelo si miento YO NO MIENTO! Traspasan la media!!!!
La azafata parece que está caliente siempre pero después no quiere garchar nunca. Pregúntenle a los novios si no. ( Promoción no válida dentro de los seis primeros meses de relación).
La azafata es borracha.
No puedo explicar cómo ni por qué, pero siempre termina en pedo.
La azafata tiene várices, arañas, lombrices, todo tipo de insectos tatuados en sus piernas. La presión ha hecho estragos en su circulación.
La azafata tiene arrugas. La cara se le seca, la piel se le seca, LA CONCHA SE LE SECA.
El ambiente del avión te la seca, no se puede evitar.
La azafata tiene vértigo, miedo a la velocidad, a la electricidad, al fuego, al viento fuerte, a que la empujen, a que la asusten, a que le aparezcan de atrás de un mamparo. La azafata es pelotuda.
La azafata se tira muchos pedos siempre en todos lados. Su culo es una olla de presión día y noche, en tardes de vuelo, en cuatro eles, en vacaciones, en talleres y cursos. Su culo está genéticamente dotado para albergar el porcentaje de gases raros que la atmósfera sea capaz de soportar.
La azafata tiene sueño. La dejás dos segundos en silencio y quieta y se duerme.
La azafata es adicta al celular. No la jodas cuando lo tiene en la mano. Bastante ya con tenerlo apagado durante el vuelo y perderse de todo lo que le está pasando abajo a la gente que no está a su alcance. El celular es su amigo, su novio, su amante, su familia, su único contacto con el mundo de verdad, ese mundo hermoso e inmundo a la vez, ese mundo al que pertenece tan poco pero a veces no extraña nada, ese mundo en el que no quiere estar, pero que ama con todo su ser.
La azafata engorda de 2 a 3 kilos en sus primeros meses de vuelo, y así sucesivamente año tras año, le aprietan las medias de descanso en el rollito de atrás de la rodilla, le aprieta la pollera en la panza, le aprieta la blusita en la sisa, se le descocen los sacos en la axila, le explotan los cierres de las faldas. La azafata engorda como una hija de puta. Pero después hace dieta.
Entonces la azafata vive de malhumor. PORQUE NO PUEDE COMER LO QUE QUIERE. Porque tiene hambre, porque tiene pedos, porque está gorda, porque tiene olor a chivo, porque tiene las medias pegajosas, porque está sin dormir, porque se quedó sin batería en el celular, porque no tiene novio, porque el novio no la coge, porque el novio la quiere coger pero ella no tiene ganas, porque el que se coge tiene novia, porque se la quieren coger los que no son sus novios, porque el que ella se quiere coger es puto, porque sí.
PORQUE SÍ.
ESTÁ DE MALHUMOR PORQUE SÍ.
¿Y vos? ¿Seguís pensando que una azafata es sexy?
Y… si… si. Lo pense un toque y yo te doy. Pero no soy puto ni tengo novia, así que seguro la que no quiere cogerme sos vos! 😉
Te presto un baño, largas los que sobre, duchita, te doy de comer bien, y de ahí vemos como deriva todo.
D.
Si, yo sigo pensando que son sexies!!!
excelente!!!
no importa, igual yo sigo pensando que son sexies!!!
Muy bien, hemos vuelto a la vulgaridad! 🙂
Azafata y borrachina que combinacion explosiva y tentadora !!!
¿No podemos hacer un cocurso una cena con la tirapedos de V?
Abrazos, me mate de la risa
Yo no se si las azafatas son sexys o no……pero tu brutal dosis de sinceridad me enamora……sos divina nomas por decir lo que nadie se imagina ni nadie dice……………y eso para algunos como yo vale mas que un buen OGT…..ojala haya mas sinceras y menos conchetas entre tus filas……
Genial el post! Estaría bueno si escribieras otro sobre un tema que también integra la imaginería masculina: la relación azafatas-pilotos. Qué onda con eso? Abrazo y, nuevamente, geniales los posts.
Yo siempre pense que los pilotos se las recontra garchaban cuanto se quedaban en los hoteles.
Mi mujer es TCP hace 12 años y es verdad todo lo que decis, sos una genia!!!!
No habia leido este! Al igual que todos pensaba que las azafatas eran unas histericas, conchetas, que se creen no se que. Pero ahora veo que se parecen mas a mi!! sobre todo por los pedos y esas cosas. M