En el mundo en el que vivo mataron a 28 chicas en el mes de Abril. En el mundo en el que vivo se las cogen y las dejan tiradas con la ropa arrancada, después de brindarles una inexplicable muerte de la que no se podían salvar. En este mundo, las chicas están empezando a escribir, cuentan historias, hacen videos, denuncias. Los hombres y algunas otras mujeres, se aburren de leer escritos en los que las chicas describen que volver a casa es apurar el paso, sentir el corazón latiendo fuerte, entrar corriendo para cerrar la puerta de calle agradeciendo que una noche más, no pasó nada. En este mundo, agradecemos cuando el novio celoso no nos pega, cuando no nos obliga a mostrarle nuestro celular, nuestras conversaciones, nuestra intimidad. En este mundo, nos sentimos orgullosas del papá bueno que no nos pega borracho, del jefe que no nos ofrece puestos a cambio de plata, del tachero que no nos hace lengüita por el espejo. En este hermoso mundo, nos juntamos a reírnos de que estén todos tan indignados porque fue destruido un patrullero que pagamos con nuestros impuestos, porque estábamos en tetas mientras pintábamos con aerosol las paredes de un monumento histórico nacional. En este mundo, me persiguieron durante largos minutos con un auto, me metieron adentro, me agarraron de los pelos, me pusieron dos bofetadas y me llevaron a un lugar frío y oscuro. En este mundo fue que me rompieron la ropa y me ataron, probé la sangre de mi boca mientras me desmayaba entre cada hombre que se divirtió conmigo, en este mundo permanecí viva cuando preferí morir. Jamás volví a ver a mi mamá, jamás volví a ver a mi hija. Jamás volví a entender. En este mundo parece que nos acostumbramos a que el dolor sea la constante. Nadie está dispuesto a hacer nada al respecto porque son cosas que le pasan a otras chicas. A las putitas de 14 años que no saben conjugar verbos pero ya están chupando pija. A las madres que dejan a sus hijos y salen de noche, a las que viven en zonas medio villeras y se mandan solas por ahí, encima en pelotas. A las que no tienen novio que las acompañe, a las que no tienen padres que las vayan a buscar, a las que veranean solas, a las que dijeron que no, a las que se meten en lugares peligrosos, a las que tienen una vida “rara”. En el mundo en el que vivo, merezco morir. Lo último que vi fueron las manos del hombre que me ahorcó. Lo último que vi fue la tierra. Lo último que vi fue una bolsa.
Disculpen si no me horrorizo por ninguna cosa del mundo más que por como están empecinados estos señores en hacernos desaparecer a su antojo. Disculpen si dejo de ser yo y me vuelvo todas estas chicas, todas estas nenas, todas estas mujeres. Disculpen si quiero que tengan la fuerza de 20 caballos para darse vuelta y despedazar al animal que pretende enterrarlas. Disculpen si me importa un carajo que aparezcan en tetas, disculpen si las aplaudo cuando rompen absolutamente todo a su paso. ESTAMOS VIVAS, PERO NO SABEMOS POR CUÁNTO TIEMPO MÁS.
Disculpen, vivo en un mundo donde de la boca para afuera a todos les parece un horror lo que pasa, pero seguimos siendo familias que criamos hombres violentos que creen que pueden ser dueños de cuerpos ajenos.
Disculpen, siento asco de este mundo en el que vivo. Siento asco de este miedo y siento pena por nosotras. Decimos ser tan fuertes, haber avanzado tanto, pero pobrecitas, una mano encima nos ponen y nos caemos como un árbol seco. Por momentos, parece que solamente nos tenemos a nosotras mismas, y esa mirada lastimosa con la que nos reconocemos, en esta trágica comedia diaria que vivimos en la que agradecemos al final de cada episodio, aparecer en un capítulo más.
Ya no hay estrategia con estos señores. Mostrarnos fuertes, los violenta; mostrarnos frágiles, los excita, mostrar miedo, los envalentona, mostrar fuerza es la muerte segura. Nadie les enseñó que tener relaciones es disfrutar de a dos? De dónde sacaron que está bueno meterse adentro del cuerpo de una chica y dejarla tirada para que se la coman los gusanos? Quién les enseñó que al día siguiente se pueden despertar en su cama, batirse un café y encender la televisión mientras yo estoy fría, tirada en el pasto con los ojos abiertos y sin ropa, mientras mis papás divulgan fotos mías por todos lados? Quién les dijo que eso es lo mismo que conquistar a alguien, sacarle la ropa despacio, besar los hombros y despertar a su lado? Quién está haciendo las cosas tan mal?
TODOS.
En el mundo en el que vivo, me rodeo de animales y plantas. Cierro los ojos y lo único que veo, es lo que quiero ver.
Traer hijos a este mundo? Todos me repiten que sí, que es una sensación hermosa, que nada tiene comparación. Disculpen, este mundo está podrido. Cierro los ojos, ahí adentro estoy mejor. No quiero despertarme y saber que apareció otra bolsa. No quiero que haya otro hijo de puta batiendo su café. No quiero tenerle miedo a las esquinas, a los tacheros, a los que caminan, a los que van atrás mío, a los que pasan en un auto, a los que van en moto, a los de internet, a los de un bar, al que pasa la noche conmigo, al que es mi pareja, al que es mi ex. No quiero temerle a ninguno que tenga más fuerza que yo.
Cierro los ojos, las abrazo, les pido disculpas, no hay nada que pueda hacer por ustedes, las que ya están frías. Y no hay nada que pueda hacer por todas las que vendrán en estos próximos días. Y no hay nada que pueda hacer por mí misma, más que esperar que este mundo me depare algo mejor, que terminar en las manos de alguien que se despierte al día siguiente, se bata el café y se olvide de dónde dejó tirado mi cuerpo frío.
Totalmente de acuerdo en lo de traer hijos al mundo a un mundo tan podrido.
Ojala pudieramos hacer algo para que no empeore.