DSC_1198

Desadaptación al vuelo.

Algo te está desadaptando.
Algo está haciendo que se borren tus pasos, esos que creíste grabados en cemento, no son ni siquiera huellas en la arena. Van desapareciendo de a poco, apenas sube la marea.
Estás en el lugar que creíste soñado. Estás en aquella cumbre que alguna vez miraste desde abajo y resultaba imposible de escalar.
Alguien le cosía tu nombre al uniforme que estás usando hoy, cuando vos ni siquiera sabías qué talle eras.
Todo este camino, todas estas espinas, todas las llagas de tus pies…
Todo te condujo adonde estás hoy.
Pero por alguna extraña razón, hoy no querés estar acá.

Este avión te pasó a buscar por la puerta de tu casa.Te dio tus primeras alas, te enseñó a enfrentar y a soñar, te enseñó a crecer, te enseñó a correr, te enseñó a volar.
Este avión te llevó a tus destinos internos, a todos esos lugares a los que temías ir solo, a los que morías por conocer, a los que jamás creíste que podrías llegar.
Y hoy?

Te expulsa.

No sabés como ocurrió.
No solías tenerle miedo a las turbulencias, ni a las tormentas, ni a los vientos cruzados.
Para vos siempre fue una montaña rusa, vos te reías con los pozos de aire, tranquilizabas a los pasajeros con tu sonrisa fresca mientras te atabas tu cinturón mirándolos de frente. Vos aprovechabas el cartel de cinturones para dormir un rato, el movimiento de las nubes te acunaba como a un bebé.
Y hoy?

Temblás.

Hoy tomás medicación a escondidas del servicio médico, hoy te encerrás en el baño en los embarques full, hoy te transpiran las manos con el mínimo sacudón, hoy llorás ante un mapa rojo en un briefing.
Hoy cerrás con llave la puerta de tu casa sin saber si vas a volver. Hoy besas a la gente como si fuese la última vez. Hoy odiás los hoteles y los restaurantes.Hoy te encerrás en tu cuarto, hoy apagás el teléfono, hoy no querés escuchar.

Volar es una droga peligrosa.
Volar es un paraíso indescriptible mientras dura el idilio del amor, pero se transforma en un pánico insoportable en cuanto aparece el más mínimo temor.

Te he visto llorando, temblando, dudando de todo. He entrado en tus neuronas y he recorrido el pegajoso laberinto gris de tus ideas, de tus razones, de tus fronteras. Te he escuchado decir que ésto ya no es para vos.
YO soy tu vuelo. YO soy tus sueños, YO soy tu amor. YO soy ese que ves en el espejo cuando mirás dentro de tu ojo enrojecido, malgastado y malherido de tanto fregar y refregar.
YO soy todo aquello que quisiste ser, todo aquello que perseguiste, lo que conseguiste y lo que encontraste sin querer. YO soy la sustancia serotonínica entre las células de tu cerebro, YO soy tus manos, YO soy tus piernas, YO soy vos.

No existe tal cosa como la desadaptación al vuelo.
No te dejes engañar, no googlees pavadas, no te mientas más.
No te desadaptaste al vuelo, te desadaptaste a vos mismo.

Y te estás viendo de afuera, te estás viendo caer.
Una película horrible en la que sos el protagonista y no hacés más que fracasar, que temer, que parar, que sufrir, que abandonar.
Pero como todas las películas, ésta también va a terminar.

YO soy tus ojos, soy tus lágrimas, soy el motivo por el cuál existís.
YO soy tu risa, soy tu pasado y soy todo aquello que está por venir.
Yo soy tu corazón, tus latidos, tus pasos, tu avión.

Subite de nuevo, que no hay turbulencia tan grande, ni cielo tan negro, ni embarque tan lento… subite, que no hay vuelo tan largo, ni miedo tan fuerte, ni pozo tan hondo…
Subite una vez más, que no hay cosa más bella que encontrar alguien con quien viajar.
Dale subite, que cuando subas lo vas a encontrar.
Y no habrá llanto más lindo que el tuyo, y tu risa tendrá más eco que nunca, dejá todas esas mochilas, abandoná los miedos en alguna cinta.

YO soy vos mismo y te vengo a buscar, para que vengas a volar conmigo.

2 comentarios en “Desadaptación al vuelo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.