tumblr_mbmds1YAUp1rekua7o1_500
deja tu comentario

El día siguiente

 

Estoy de guardia en casa. Suena este tema.
No llaman, no me activan, sigo esperando.
La fama se ha ido. Ya no hay más personas de twitter que digan ASSAFATA dice esto o aquello, ya no soy más una ex Lapa, ni una MUJER ENFURECIDA ni una laburante preocupada por su fuente de trabajo, ya no soy una nena de 23 que no sabe lo que significan sus palabras, ya no soy más cipaya, ya no, oh! ya no soy.
Mis 15 minutos se han ido para siempre. Adiós.
Ahora que todo eso ha desaparecido, sin la necesidad de operarme las tetas para hablar con Rial y hacer temporada en Carlos Paz, sin necesidad de tener que leer la historia de las Aerolíneas, los contratos internacionales y el tratado de Tokyo, sin necesidad de pedir disculpas por amar a todas las palabras por igual, sin distinción del orden en el que se encuentren las letras, sin importar si significan algo grosero para algunos, sin necesidad de disculparme por mi vulgaridad.
Ahora que hemos vuelto a ser un pequeño grupo de extraños seres cuyas alas han sido mutiladas para poner estos innecesarios omóplatos, podemos estar en paz una vez más.
¿Qué pasó? No tengo idea.
Todos enloquecimos en un segundo.
Bueno, yo enloquecí un poco más.
Pero todos pensamos que nos querían aplastar la cabeza con una maza, todos nos vimos colgando el uniforme para siempre, o empezando de nuevo en el sector que fuera de la empresa que fuera, y por eso nos jodió.
¿Si fue psicosis social? Puede ser. ¿Si fue una manipulación de los medios, las empresas, los blogs, nuestras propias palabras, nuestra propia mente? También puede ser.
Yo cai, ¿eh? No inventé una sola palabra, todo lo escribí convencida de que así era. Pero después la realidad supera la ficción: aparece el video del presidente de una empresa riéndose de algo que después va a negar pero no niega, impunidad total, aparecen las cadenas nacionales, las conferencias de prensa, aparece el hangarcito, el pedido de “reciprocidad” y cientos de palabras de personas que deberían saber cosas que parecen no saber. Yo misma me voy enterando de cosas todos los días: arreglos, contratos, historial… pero, en realidad, son cosas que no necesito saber, porque no me dedico a eso. Yo debo conocer el rango verde del tobogán, el check list de preparación de cabina, la cantidad de tapas de café que van en una jarra, hacerme una trenza, armar un briefing, calentar comida, improvisar. Pero ellos que son los negocian, deciden, hablan en televisión frente a millones de personas que dependen de sus decisiones: ellos hablan sin saber. ¿Quién los asesora? ¿El enemigo?
Como digo, la realidad superó la ficción.
Muchos se rieron de nuestra religión de avión. Muchos nos mandaron “de vuelta” a nuestro país vecino, muchos nos mandaron a laburar, a probar hacerlo de rodillas y con la boca abierta, muchos nos invitaron a empezar a tomar medicación, a apoyar como corresponde a nuestro país y dejar de velar por intereses privados. Muchos se burlaron del Sierra Juliet y de su capacidad de sentir, de entender y comunicar.
Muchos han confundido esta pasión, esta poesía, con locura y exageración. Nunca un mejor piropo para el FBO. ¿Qué es la poesía apasionada sino locura y exageración? Gracias. Gracias miles de personas por leernos. Gracias por sentir la repulsión que sentimos, gracias por el repudio hacia la mala palabra, la palabra que USTEDES no se animan a pronunciar. Quisiera decir que mala palabra es MIEDO, mala palabra es ROBO y mala palabra es TRAICIÓN. Pero todas las palabras usadas en un buen contexto se vuelven hermosas, y cambian su condición.
Se han burlado de los tatuajes en nuestra piel, no han comprendido lo que significa cultura, han confundido los significados y nos han tomado por snobs.
Una profesora mía decía: no te rebajes jamás. Escribí para quienes te puedan entender. No expliques las ideas, aquellos a quienes tengas que explicarles todo, no queres tenerlos como lectores. Hay que apelar a la inteligencia de los lectores.
Aquí, en el FBO jamás tuve que explicar, ni desarrollar, ni pedir disculpas, ni permiso, ni perdón.
Incluso aquellos que no entienden de los tecnicismos propios de la aeronavegación, disfrutan del contexto y de las historias contadas, sin preguntar si POCA PRESIÓN EN BOILER GALLEY AFT es importante o no.

Y después, están los otros.
Todos aquellos otros que nos han apoyado desde las sombras, con mensajes, con palabras, peleando por nosotros aunque no nos conozcan, defendiendo nuestros trabajos como si fueran propios, adueñándose de nuestras palabras, emocionándose con nuestro dolor y percibiendo algunos matices de nuestra religión de avión.

Todos estamos aprendiendo a ser nosotros mismos. Lo estamos aprendiendo hoy.
Hasta hace unos meses no teníamos idea de lo que sentíamos. Y de pronto, nos miramos a los ojos y entendemos mucho más.
¿Qué fue lo que pasó?
¿Acaso es posible de que la religión de avión sea verdad?
¿Y si esto no fuera un sueño mío? ¿Y si esto no fuera un invento de una chica a la que le gusta escribir y que les regala inventos para que se rían, para que se evadan, para que se sientan un poco mejor?
¿Y si fuera verdad que existe una religión del avión?

No importa. No importa la respuesta.
Pero les recuerdo que hasta hace unos meses, NADIE se miraba a los ojos como se mira HOY.
NADIE se abrazaba así, NADIE sonreía al ver pasar al Bravo Sierra Juliet, NADIE necesitaba creer en esta religión.
Entonces, en esta guardia no activada, tengo algo que decirles a todos los miembros de este vulgar FBO:

Algo ha pasado, algo ha cambiado, algo es distinto hoy.
Hemos hecho historia con nuestro reclamo, hemos peleado por nosotros mismos, hemos levantado nuestra voz.
Y si el logro ha sido poder sentirnos bien con nosotros mismos, con los resultados, con quienes nos rodean, con nuestro trabajo… entonces…

HEMOS TRIUNFADO.

Y esto no se trata de un hermoso y amado Hangar, ni de 3 mil familias, ni de assafatas vulgares o multinacionales o gobiernos mentirosos, o ladrones, o mafiosos…esto se trata de nosotros mismos, hoy y ahora, y mañana, en el lugar en el que estemos, en el lugar que elijamos, en el camino que transitemos.
Hacer historia en uno mismo deja una marca que nadie jamás podrá borrar. Hacer historia y SABER que uno hizo algo por uno y por los demás, que no se quedó sentado viendo la vida pasar, que luchó, que defendió, que se puso de pie y no le tuvo miedo a nada… eso la mente no lo olvida, eso genera adicción a uno mismo, confianza, esperanza, pasión. Eso nos define de una vez y para siempre.

Por ahora tenemos refugio para nuestros aviones, por ahora tenemos señaleros, escaleras, micros para nuestros pasajeros, maleteros, rutas, permisos, ley.
Por ahora tenemos lo que necesitamos para seguir adelante.
Pero eso puede cambiar.
Y si cambiara, ya sabemos de qué estamos hechos. Ya sabemos quiénes somos, ya sabemos cómo funcionamos.
HEMOS TRIUNFADO MUCHÍSIMO.

Nuestra lucha ya no es anónima, hemos despertado a mucha gente con el ruido de nuestro motor.
Les doy las gracias a todos, a cada tornillo, a cada molécula, a cada átomo de este avión.
Ahora tenemos espectadores, un pueblo entero ha abierto los ojos.
Dense vuelta y miren lo que pasa en la calle: TODOS ESTÁN PRESTANDO ATENCIÓN.

Que vengan a Monserrat a contarme, que no existe la religión del avión.