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4 días, 12 Córdobas y un FOD.

Ayer, tres días después de que me activaran una guardia triplete que terminaba en pernocte en Córdoba el Domingo, y de haber hecho tres Córdobas antes de llegar a casa el Lunes.
Ayer, un día después de que NO ME SACARAN el pernocte a Córdoba que tenía programado el Martes (porque las horas me daban, aunque el cerebro no)y de haberme despertado el Miércoles para otro Triplete ida y vuela cor-aep-cor-aep…
Ayer, cuando me levanté en el Amerian y decidí que iba al Patio Olmos a comprarme algo para comer y llevarme al avión, eligiendo tres empanadas árabes que se veían muy bien…
Ayer, después de que en la camioneta camino al aeropuerto de Córdoba comenté lo de las empanadas árabes y el capitán me dijo que estaban hechas de carne cruda, bah, cocida al limón, como el ceviche, viste? y se me revolvieran las tripas, cagándome en la puta madre de la señora que me las vendió en el patio de comidas y me dijo que era carne MOLIDA pero de cruda no me dijo nada…
Ayer, cuando abrí la valija con el estómago dado vuelta, relampagueante y esperanzado porque estuvieran cocidas…
Ayer, cuando saqué las benditas 3 empanadas árabes de carne…
Ayer…

Con la puerta 4L abierta, si tuviera dos hojas diría de par en par… y una ventisca Cordobesa impetuosa e irresponsable entrando por ella…
Ayer, justo en el momento en el que estoy metiendo las tres pinches empanadas árabes crudas o cocidas inmundas ceviche traidoras al limón en el oven 3… PODÉS CREER QUE SE ME SALE VOLANDO LA BOLSA CAMISETA BLANCA EN LA QUE ESTABAN LAS PUTAS EMPANADAS ÁRABES Y LA VEO COMO ATRAVIESA LA PUERTA SIN DESTINO VOLÁNDOSE POR ENCIMA DE LA ESCALERA Y MUCHO MÁS ALLÁ, 200 METROS, ATRAVIESA LA MANGA DESOCUPADA QUE NO SÉ POR QUÉ CARAJO NO NOS LA PUSIERON SI ESTÁ MÁS VACÍO EL AEROPUERTO QUE LA RECONNNNNNNNNCH, Y SE VA LA BOLSA VOLANDO Y FRENA, SUBE, BAJA, da vueltas como la bolsa de Belleza Americana, y ahí me quedo yo, con las empanadas ceviche en el horno, el capitán rompe encantos en el cockpit, y la culpa en el corazón por ser una AUTÉNTICA y PELIGROSA…

creadora de FODs.

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Cometa Galley

Hay un universo paralelo, en el que creemos que nuestras conversaciones más privadas no son escuchadas porque las filtra una manchada cortina azul que se desprende de arriba de esos cositos blancos que nunca sé poner…
El pequeño mundo de un metro cuadrado que posee el espacio justo para que gire el carro pero no lo suficientemente ancho como para que no choquemos los culos si la 3 viene de atrás con la gaveta…
Un divino espacio donde almorzamos parados en 1 minuto con 26 segundos aunque tengamos tiempo para sentarnos, mientras nos preguntan que querés tomar y respondemos no sé, lo que vos tomes y te sirven Sprite Zero y te querés matar.
Siempre está muy sucio aunque lo acaben de limpiar, siempre hay gotas en el mamparo o viene un jugo marrón de procedencia dudosa desde atrás de los carros, siempre hay un gabinete que no abre aunque le demos golpes que están claramente prohibidos por el manual de código de conducta de la empresa, siempre, siempre, pero SIEMPRE entra el chiflete por la 1L en el Gallegos.
Los baños son una lucha entre las bacterias provenientes de fluídos de trece mil quinientos pasajeros y el pobrecito Lysoform que nos mira con su piquito verde como diciéndonos “¿realmente crees que voy a ser suficiente?” pero así y todo lo mandamos al combate, a toda furia, para que como un buen soldado, muera en batalla cada gota suya, disuelta en el denso aire del cubículo.
Los jumpseats, probablemente el invento más cruel de la aeronáutica entera. La cosa más dura, incómoda y dolorosa sobre la que uno puede sentarse.
El visor granangular, a través del cuál uno jamás puede ver ABSOLUTAMENTE nada que quiera ver.
La alfombra… ay! la alfombra qué miedo!
Las gavetas que no fueron limpiadas jamás desde su creación, salvo por esas escasas veces en las que algún tripulante estrella se digna a tirarle un poco de agua, de esa del baño de la que no se puede beber y de lavarse los dientes con ella ni hablar, y moviendo así con un movimiento de este a oeste llega a cada rinconcito, a cada esquinita, despegando apenas los revolvedores, los pedacitos de borde de sobre de edulcorante y con asco y la boca fruncida, le pasa un papel, el pobre chico, para secarlo dejando unos pegotes de jugo que ahí quedarán hasta la próxima oportunidad.
Para las chicas siempre hace frío, y ponemos el delantal detrás del jumpseat del 2, en el revistero, adentro del carro, en la puertita que tiene dibujito de duty free, en la que tiene dibujito de cartera, en el triangulito que te llenan de vasos en el santiago… y Nunca Jamás Ever sabemos dónde lo dejamos ni este de quién es?
Es chiquito, está sucio, es frío, es incómodo, no tiene privacidad, es gris, es un pedazo de avión…

Pero es nuestro Cometa Galley.

Nuestras propias claves.

archivos_imagenes_peliculas_k_kukiningyostill2Se lo dedico a todos ustedes, corazoncitos escapistas que pasan sus minutos, sus horas y sus días, como yo, tratando de entender ¿por qué hacemos esto?
Se lo dedico a cada uno de ustedes con quienes, después de habernos visto, o cruzado, o conocido de nombre, de lejos, o incluso volado alguna vez… un día… conectamos.
Una tarde, volviendo de un pernocte en Cor, me contaste de tu separación y yo de mi crisis, nos reímos de los hombres, del matrimonio, de la convivencia y del sexo.
Una noche, en un Gallegos, muertas de frío, con el estómago detonado y tapadas con mi poncho rojo, te conté mi drama infantil y lloré un poco mientras me agarrabas de la mano con los ojos compungidos.
Una vez, yéndonos a Mendoza te hablé acerca de mi atraso y mis miedos de ser madre. Una noche demasiado larga para soportar, me contaste del monstruoso padre de tu hijo y la difícil transición que estabas viviendo. Una tarde, volviendo de Salta, almorzamos nuestra bendita mini bandejita sentados pegaditos en el mismo jumpseat hablando de los virus que deja mirar porno en el celular… un día… nos conocimos.
Tenemos nuestras propias claves, y, aunque pasemos desapercibidos durante meses o años, un día, conectamos.
Porque me bancaste cuando te empujé el carro toda apuradita porque terminé mis dos filas antes que vos, y ya sé que todos dicen de mí que soy una frenética y que hago todo rápido y que agoto de solo verme, pero vos sabés que soy así y me dejás; porque te banqué cuando te encerraste en el baño cabina a hablar con tu novio nuevo con el que estás demasiado caliente como para esperar a que termine el día, porque a vos también se te crispan los nervios cuando la jefa pone el video de embarque apenas da el OK, y queda sonando durante minutos eternos porque el micro recién los está cargando y estamos en la posición 30 mil al lado del Tango 01, si, VOS TAMBIÉN sentís que el día empieza con esa cancioncita que hasta los pasajeros tararean… porque vos también sufrís el carro closet en el que la jefa mete los zapatos, el tupper con tarta y el saquito rojo, y vos querés salir a recoger con ese porque es más liviano pero ella te dice “NOOO, que ahí están mis cosas y después las pierdo” Pero DONDE las vas a perder QUERIDA si el pasillo es RECTO, DERECHITO, somos 2, hay una GAVETA ARRIBA y ponemos las cajas abajo… Pero no decís nada (sos cortés…) y salís con el CARRO PESADO de repo y cajas y bebidas usadas y bandejita de chocorice… si, vos también, como yo…

Entonces el día en el que estamos las dos solas, los dos solos… nos miramos a los ojos, y nos encontramos.
Nos reímos de nosotros mismos, nos reímos del otro. Nos atrevemos a decir las ordinarieces más grandes del mundo, nos burlamos de todo, nos sacamos fotos ridículas que juramos no subir al face pero siempre subimos, nos hacemos sopitas mutuamente, nos escuchamos, nos queremos.

Tenemos nuestras propias claves, que nadie las manda por mail ni las escribe en un afiche, pero las sabemos de memoria cada vez que nos volvemos a ver.
No somos compañeros de oficina, no somos socios, no somos amigos del trabajo. No tenemos rótulo para el vínculo que establecimos.

Y esa es nuestra clave número uno, y nadie nos la enseñó.

Los corteses


Somos corteses.
Por lo menos, los que tenemos código, somos corteses.
Siempre, como todas las demás personas, tenemos preferencias, pero es nuestro juramento JAMÁS demostrárselas a nuestro compañero. Por qué? Sencillamente, porque somos corteses.
Un ejemplo es dónde uno prefiere ir en un doble madrugón, o después de una posta o un pernocte. Nuestro nivel de cansancio y las pocas horas de sueño, nos suplican que tengamos el caradurismo de ir de 3. Por qué de 3 dirán ustedes cuando se puede ir de 2? PORQUE NO QUIERO PENSAR. Me paro en la cabina y hago un embarque automático saludando con un “MÑDÍA” a todos los divinos que pasan que están más dormidos que yo. Nada de anuncios de combustible ni de puerta 4l en automático ni de contar pasajeros… nada.
Pero llega el Briefing y temblamos porque hay un 33 % de probabilidades de ir de 4. Implicancia: depende con quién, no descansarás ni un segundo hasta apoyar tus nalgas en el remís. No cerrarás los ojos más que para pestañear, tendrás tus pertenencias distribuidas por todo el galley, no irás al baño, no encenderás el celular, no… no… no.
Y el/la amable jefe/jefa ofrece el choice de posiciones. Y todos tenemos algo elegido pero por no herir susceptibilidades, ni hacer sentir mal al jefe… sonreímos, o miramos para otro lado y diciendo al unísono ” A mí me da lo mismo” también reemplazada por ” Si todas las posiciones son iguales” o ” “Decidílo vos, da igual”.
Y te ponen de 4 nomás.
Y la reconch… sonreís y le jurás silenciosamente en tu mente que se la vas a hacer parir TODO el vuelo y les deseás al 3 y al 4 toda la turbulencia posible y que se les caigan todos los té con leche que se vayan a tomar cada vez que estén por desayunar.
Pero como sos cortés… no se nota.
Otro claro ejemplo es el sanguchito.
Sobre todo si sos mujer, la elección del sanguchito suele ser una muestra de nuestra cortesía.
Sería más o menos así.
(Sin distinción de jerarquías entre la 2 y la 3, ni de antigüedad en la empresa)
la 2: pongo a calentar los sanguchitos, gorda?
la 3: (susceptible por lo de gorda) dale!
la 2 los pone, ambos dos. Les saca el film lentamente, los acaricia con sus dedos bacterianos de bordes de vasos mojaditos de cabina full 8 am y los apoya con delicadeza en el frío piso metálico del 0ven 4)

Piii…piii…piiii!!!

Es claro que las dos están a dieta y ninguna quiere el gordito. Las dos matan por los de miga, que, además de ser más ricos y ser dos, dan menos culpa. Además el gordito, cuando lo calentás se derrite todo, se desarma, pierde queso y los bordes se le ponen duros.

la 2: Gor, cuál querés?
la 3: me da igual, el que vos no quieras.
la 2: no, decime, en serio, mirá que a mí mucho no me gustan en realidad.
la 3: dale tonta! en serio que me da lo mismo! elegí vos.
la 2: cuál te gusta? en serio te dá igual…?
la 3: si, si. Dejame el que vos no quieras porque igual no sé si lo voy a comer.
la 2: bueno, agarro este… que se yo.

Cortesía.

Obviamente si la 2 es ubicada, va a agarrar el que menos le guste… quedándose la 3 pensando en SI EN REALIDAD quería el de miga o prefería el gordito.