Últimas tendencias.

Ahora está de moda insertar la pinza (modelo serrucho fino) en la pestañita de papel metálico de la boca de apertura del Cepita y, acto seguido, meterle el dedo índice, moviéndolo hacia los costados, ensanchando así el rectángulo y aumentando el flujo de líquido.
Es lo último, y queda precioso en el medio de la cabina.
También está la variante Serial Killer, se toma la pinza como Jack Nicholson en El Resplandor y se la clava en la tirita metálica, consecutivas veces, hasta lograr el objetivo. La maniobra Serial Killer también puede ser utilizada para partir los hielos gigantescos que nos abordan algunas mañanas, los mismos son traídos especialmente desde el Perito Moreno y está comprobado que su tamaño no guarda relación alguna con la capacidad en centímetros cúbicos de los vasos de plástico.

Los anteriormente descriptos cambios quedan vigentes a partir del día de la fecha y quedan registrados en la última revisión del Manual de Tripulantes de Cabina.

Muchas Gracias.

Te aman, te odian, y no dijiste ni Hola.

Por ser azafata, mi portero y mi tintorera me aman, también el dueño del restaurante de la esquina, mis vecinos y el kiosquero.
Por ese mismo motivo, la gente de tráfico (Ezeiza, Aeroparque y escalas incluídas) me detesta, como así también lo hacen todos los empleados de todos los hoteles donde me hospedo, es especial la gente de recepción.
La cara de ojete e inmundicia con la que me recibieron ayer en este hotel en el que me encuentro, nada más cruzar la puerta y caminar dos pasos, indisimulable, odiosa, enfurecida, asquerosa, es directamente proporcional al cariño de mi portero cuando me ve entrar de un gallegos a las 8 am, trasnochada y vampira, y me dice “Te vas a dormir, V?

El uniforme de las mil pasiones, demuestra que sin decir una palabra, podemos provocar sentimientos diametralmente opuestos en distintas personas. Todo depende del cristal con el que se mire, del lugar donde ese ser esté parado, de su universo individual y de su experiencia personal.

Terrain, Terrain, Pull up, Pull Up.

IndicadorRumboYa dormiste hasta la una.
Ya te comiste todo.
Ya lloraste con los veinte minutos finales de una película que no sabías de qué se trataba.
Ya miraste todas las fotos de las vacaciones en Facebook de una amiga de un amigo que no sabés quién es ni te importa.
Te aburriste, dormiste la siesta.
Saliste a caminar.
Te compraste algo que no necesitabas.
Ya llamaste a esa persona que no tenías que llamar.
Ya te arrepentiste.
Visitaste a tu mamá.
Abriste el placard, lo ordenaste, las perchas gordas para las camperas, las finitas para las camisas.
Ya lloraste por el verdadero motivo que te tiene así.
Ya lo evadiste con chocolates y una charla estúpida por mensaje de texto.
Ya armaste una bolsa de ropa para regalar.
Miraste tres capítulos de la serie que seguís.
Miraste media hora con los ojos tildados una publicidad de un pica verdura que venden una top model y un señor colorado, gordito, en traje.
Ya te depilaste con pinza debajo del labio sin mirar, al tacto digamos.
Ya te hiciste un té.
Ya lavaste ropa, los platos, sacaste la basura, cambiaste la bombita quemada.
Ya lloraste por algo que no tenía sentido llorar.
Ya organizaste algo para la noche que sabés que a la noche no vas a tener ganas de hacer.
Ya lo cancelaste.
Ya te dormiste en el sillón, te despertaste, te bañaste, pensaste qué hacer con esa angustia, con esa falta de “algo”, con tu asesino tiempo al pedo, con tus ideas, con tu estupidez, y se acerca la noche, sabés que va a ser larga, que vas a estar de guardia, y que el día siguiente será Domingo… Una tediosa y eterna guardia de Domingo…

En el baño, el espejo te devuelve una imagen que reconocés, pero no del todo. Mirás adentro de tu ojo, de uno, del otro, esa sos vos. ESO sos vos. Ni más, ni menos.
Y todo lo que está pasando, te define. No sólo tu pelo, el largo de tus pestañas, tu mugre, tus calzas… te define tu inactividad, te definen tus lágrimas, tus pensamientos, tu huída, tu temor, tu rencor, tu temblor…

Esa, sos vos. El espejo te mira.
Terrain, terrain, terrain. Pull up, Pull up!

Levantá la naríz, hay un cielo que te espera.

El hecho de no tener hijos.

bebeMis horarios son un descontrol. La culpa de eso la tienen tres factores: el trabajo, la siesta y no haber tenido hijos.
Por qué? Es claro. El trabajo se encarga de que te levantes a las 3, 4, 5 de la mañana y que te acuestes indistintamente a las 3, 5 o 9 de la mañana dependiendo de tus vuelos. Si a eso le agregamos la hermosa y esclava costumbre adictiva de dormir la siesta, entonces complicamos los parámetros, ya que, si nos levantamos a las 3 am para hacer un vuelo, y volvemos a las 12 del mediodía a nuestra casa, nos acostamos a una siestita hasta las 4 de la tarde, entonces después, a las 3 de la mañana, estás mirando la maratón de LAW&ORDER Criminal Intent, Special Victims Unit, todas las temporadas y no te duerme ni Claudio María Domínguez con un péndulo.
Ahora, si tenés hijos, no te digo, cuatro, cinco, no te digo DOS, te digo, si tenés al menos UN HIJO, entonces ya está. Te quedaste sin siesta, sin turno a la depiladora, te quedaste sin ordenar el cajón de las medias, te quedaste sin leer el libro, sin sacar los pelitos de la rejilla del bidet. Está tu hijo, se acabó.
Pero… ¿sin hijo? Sin pañal, sin jardín, sin cuaderno, sin papilla?
Mi perra tiene la decencia de aguantarse la vejiga, así que todos los días que no vuelo, me despierto en el mismo momento, y eso es, cuando me da la gana.
Y parece que está bien, y sos dueña de tu tiempo libre, y de todas tus decisiones, y de tus elecciones… y entonces, te desperezás y vas a hacer un trámite que tenías pendiente, besas a los gatos, les das de comer, abrigás a la perra y salís con ella hacia el microcentro, cuando te dás cuenta de que hace calor y la perra está con la lengua afuera, entonces, te metés en un Carrefour y le explicás a la perra ” Vos esperame acá” y la dejás en la puerta. Entrás buscando una botellita de agua sin gas y un tuppercito. El agua está en una heladerita adelante del todo, pero el tuppercito no aparece, así que entre góndola y góndola te asomás 4 o 5 veces a la puerta a ver si la perra está ahí, si nadie la secuestró, si nadie la subió a una 4X4 para después pedir rescate, si nadie quiso maltratarla o abusarla. Finalmente, aparece el tuppercito, así que salís y mientras ella festeja con saltos el acto de volverte a ver, vos la acariciás y le servís agua en el tuppercito que, por supuesto, no toma.
Tirás el agua en el cordón, guardás el tupper mojado en la cartera entre los papeles de los trámites y seguís caminando.
Esa es tu vida, tenés más de 30 años y no tuviste hijos, si a esa edad no tuviste aún un bebé, hacés bebé de cualquier cosa. Bebé de mascotas, bebé de novios, bebé de amigos, bebés de padres, bebés plantas, bebés muffins… bebés… bebés…
Vos no menstruás, lo que te pasa a vos una vez por mes, es que SE TE RECUERDA que pusiste haber sido madre, pero una vez más, NO LO SOS. Hay sangre en tu bombacha, una vez más, NO ESTÁS EMBARAZADA.
Por mis hijos, Por mis hijos, Por mis Grandísimos hijos.
Tus ovarios caducan, cada día trabajan con más sueño y más pereza y la cuenta regresiva hasta que decidan dormir para siempre, empezó hace mucho, y estás cada vez más cerca.
¿Qué pasará si cuando estés en la recta final, no hubo un amado que te despose, un hermoso, fiel, perfecto y deseado compañero que te diga: Tengamos un bebé…?
¿Qué pasará si llegando al Otoño de nuestro Gineceo, estamos solas, rodeadas de gatos y con un trabajo que sólo atrae putañeros y derrotistas, casados, mentirosos y egoístas, rastreros, cochinos y oportunistas?
Entonces ahí entra en escena el mejor amigo gay. Ese que está tan jodido como nosotros porque quiere tener cría pero por más que le da y le da, su novio no queda embarazado. Y te dice con su timbre picarón: “Para mí que Pablo es estéril” y estallan todos de risa, vos, él y Pablo, que claramente no es estéril, pero por algún motivo no queda! Entonces se habla. “Si para el 2015 no quedé embarazada, nos enfiestamos y se acabó”. Después de algunas caras de asco y pensarlo un poco, se decide que sí, que así se hará. Y entonces, vuelven ellos a su nidito a seguir practicando y yo, tapo a la perra con una manta tejida, le doy el beso de las buenas noches a los gatos y me acuesto, son las 5.32 de la mañana.