El Capitán no tiene quién lo escuche.

Flight_Crew_DeanSeñores Pasajeros, en esta oportunidad, queremos presentarle al Capitán.
¿Qué fantasías tiene usted acerca del Capitan, el Comandante, el Piloto, el Mandamás, el Único, el Indispensable, Dios, el más sabio, el Mejor…?
Si, si, ya sabemos lo que usted piensa… que está fuertísimo, que se levanta a todas las minas, que habla perfecto inglés, que es elegante, fino, distinguido, que es muy culto, gana en Euros y es un Bon Vivant.
Bueno, en algunos casos, la fantasía se asemeja un poco a la realidad, en otros casos, no tanto… y en la mayor parte… digamos que no hay nada más lejano.
Hay Capitanes como la vida misma, los hay graciosos y charlatanes, los hay secos y malaondas, los hay divertidos y accesibles, los hay sensibles, los hay babosos y pesados, los hay hambrientos, los hay sociables, los hay soberbios y déspotas, los hay cariñosos y entrañables, los hay respetuosos, los hay respetables, los hay sumisos y tímidos, los hay humildes, los hay amables… Hay gordos, hay flacos, hay altos, hay bajos, hay viejos, hay pelados, hay buenos mozos, hay gordos, hay esbeltos, los hay que rajan el piso y los hay que mejor rajarse. Hay de todo, señores pasajeros, pero en todas sus formas, son nuestra autoridad máxima, son el rector del colegio, el presidente de la nación, un tuerto en país de ciegos, un gondoliere en un zanjón.
De él dependemos, a él adoramos, a él lo atendemos, a él idolatramos.
Ahora, terminada la teoría, vamos a la práctica.

Llegamos al aeropuerto, nos vamos a nuestra sala de reuniones y efectuamos nuestro pequeño “briefing” con la tripulación de cabina, coordinamos todo muy atentamente, todos opinamos acerca del servicio, la seguridad, las situaciones especiales de cada vuelo y el rol de cada uno.
Una vez terminado, entran ellos… EL PILOTO y EL COPILOTO, con su carpetita en mano, para darle el toque final al briefing y encaminarnos hacia el avión.
Entonces el Capitán, comenzará saludando a todos, presentándose y hablando de las especificaciones: el tiempo de vuelo, la meteorología, la turbulencia, ingreso al cockpit, cinturones para todos… En ese mismo momento, una TC saca el esmalte de la cartera, y absorta en el universo del pincel y sus dedos, pinta lenta y prolijamente cada una de sus bien limadas uñas mientras asiente a cada comentario del Capitán. Su compañera de la derecha, celular en mano, sonríe mientras el Capitán informa que el avión está en condición uno y que harán combustible acá y allá porque están saliendo con mucho peso, pero no le sonríe al Capitán, le sonríe a la pantalla del Blackberry porque le está contestando al chongo que aterriza a la 22, así que la puede pasar a buscar a las 23.30, que ya va a estar lista, que cualquier cosa le escribe desde la escala, paréntesis ele mayúscula paréntesis. La tercer TC está mirando fijo una manchita minúscula que el Capitán tiene en el cuello del saco, pensando si la mujer le planchará la camisa o si se la planchará el mismo, o si tendrán una chica que los ayude en casa, porque seguro que con el sueldo que gana, no deben mover un dedo ninguno de los dos, se nota que lo atienden bien en la casa porque cuando llega al avión, siempre viene almorzado o cenado, pero en cuanto le da un ápice de hambre ya lo tenemos dale que dale con el interphone.
El Capitán le pregunta al primer oficial, “algo más?” A lo que su compañero agrega que va a haber un poco de turbulencia en la salida, pero el resto de la ruta está bien, mientras tanto, la jefa anota un números y números, que nadie entiende, salvo ella, en lugares estratégicos de la crew briefing.
Se hace una pequeña pausa y el Capitán dice..”Vamos yendo? Alguna pregunta?” A lo que la primer TC responde agitando sus dos manos en el aire para secar el esmalte:” Tiempo e vuelo dijiste?” El Capitán se lo repite, con paciencia, y mientras todos se levantan, la segunda TC, guardando el celular, pregunta: “Hacemos combustible?” El Capitán respira hondo y no dice nada, pero la tercer TC, canchereando, responde: “Si, nena, hacemos Tankering” La jefa interrumpe, mientras se abotona el saco, y con aires de líder de equipo pregunta : “Chicos, turbulencia…¿tenemos?”
El Capitán mira al Primer Oficial. Serio. Fijo. En esa mirada le transmite desesperación, desasosiego, angustia, y éste último, apiadándose de su compañero, responderá las dudas.
Caminan hasta el avión, suben y cada uno a lo suyo.
El Capitán recibirá Coca, cuando pidió Coca Light, recibirá hielo, cuando pidió sin hielo, recibirá cortado con edulcorante, cuando pidió Té con Leche con azúcar. Pero no dirá NADA. Se tomará su rica Coca con hielo y su Cortado con edulcorante bien calladito la boca y no se quejará, no pedirá nada más, no hablará, no se expresará, no se comunicará… después de todo, por más que hable, el Capitán no tiene quién lo escuche.

Crew Lock

crew onlyDe los creadores de “What happens in Vegas, stays in Vegas” llega “CREW LOCK”, una película apasionante, una desopilante comedia romántica, bélica, furiosa, dramática, un espectacular thriller de suspenso y terror,una historia de ciencia ficción basada en hechos reales, un best seller nacido en el under, un documental único e irrepetible, declaraciones jamás oídas, lo que nunca te imaginaste vivir, lo que jamás pensaste que podía pasar…. SIIIIII EL CAPITÁN!!!! SIIIIII EL COPILOTO TAMBIÉN!!!!! SIIIIIII LA JEFAAAA PURITANAAAAA!!! SIIIIIIII LA TC MOSQUITA MUERTAAA!!! SIIIII EL ÚNICO GAY DE LA TRIPULACIÓN, (OBVIO QUE DE ESE LO ESPERABAN TODOS!!!) SIIIII LA OTRA TC, LA QUE ESTÁ DE NOVIA HACE 7 AÑOS!!! SIIII, IBAMOS A SANTIAGO, ASÍ QUE LA QUE VENÍA DE DUTY ERA UN BONUS TRACK, Y ENCIMA, ERA TREMENDAAAAA!!!
Una posta inolvidable, el motivo por el que las madres no quieren que sus hijas sean azafatas, el motivo por el que los hombres se cogen a las azafatas pero no las quieren de novias, el motivo por el que las mujeres le cuentan a sus amigas entre lágrimas,”Me enamoré de un tipo” “Y por qué llorás?” “Porque es piloto!!!!”.
Si, llegó la verdadera historia por las que nos odian en los hoteles, en los aeropuertos, en los boliches…
Dijo el NEW YORK TIMES “Jamás se ha visto cosa tan alocada, impertinente y divertida en los cines de esta ciudad, IMPERDIBLE”
Dijo CLARIN “Abominable”
Dijo 678 “Todos gorilas”
Llega al FOR BITCHING ONLY, por única vez en la historia de la aviación comercial, la verdad y solamente la verdad, el origen de la vulgaridad, la tripulación rompe manuales, rompe códigos de ética, rompe uniformes…

Ahhh, vos no estabas en esa posta… Uh, disculpá, no te lo puedo contar, es CREW LOCK.

Los Mini Hijos de Puta

Tienen patitas muy pequeñas, todo su cuerpo es diminuto, tanto, que no pueden verse a simple vista. Son torpes y carecen de la destreza necesaria para cometer los delitos de los que se los acusa. Su fuerte no es la calidad, si no la cantidad. De a cientos, se organizan, y juntando energías, se concentran en su objetivo.
Son los Mini Hijos de Puta.
Microscópicos, con patitas sin deditos, se mueven individualmente hasta juntarse en un lugar común y hacer la Mini Hijadeputez del día.
Una de sus actividades preferidas, es esperar el momento justo, esconderse en forma de lunar en algún lugar cerca del cuello, y, lentamente, mientras estamos sacando el carro a la cabina, ir descendiendo como quién hace snowboard en un cerro. Llegan, despacito y en silencio, y con unas señas en idioma Mini Hijo de puta se juntan y hacen fuerza para el mismo lado, empujan, empujan, empujan y finalmente, justo cuando estás con la cafetera en una mano y el vaso en la otra, te bajan la tirita del corpiño.
Si serán Mini Hijos de Puta!!!!
En tu casa no te pasa! En la calle no te pasa!! Por qué te pasa sólo cuando estás haciendo el servicio?
Porque los Mini Hijos de Puta, son MUY hijos de puta, y además de eso, viven en el avión.

*próximamente otras aventuras de los Mini Hijos de Puta, titulados: Los Mini Hijos de Puta aflojaron la Luz de lectura de la 15 juliet, Los Mini Hijos de Puta te tapan la bacha del LA, lo anotás en el Cabin y cuando sube Mantenimiento, ya anda perfecto, Los Mini hijos de puta complicando la cuenta a bordo y Los Mini Hijos de Puta son los que bailan adelante de las pantallas para que se vean con rayas y tengas que hacer la demo en vivo.

El.

“Siempre al entrar, respiro con un poco de dificultad.
No es que piense que me vaya a encontrar con nada nuevo o nada peor, simplemente, asi como están las cosas, me resultan bastante difíciles de digerir.

Una vez adentro, admiro un poco el departamento, apenas unos segundos. Me sorprenden los colores y la vitalidad que tiene, ya que recuerdo la época en la que yo vivía ahí y el patetismo y la oscuridad del lugar…

Cuando entro a su habitación, lo veo bien, después muy bien y al rato, lo veo fatal.
Es que, al rato de estar con él, de mirarnos sin hablar, de la incomodidad de no saber qué decirle, del silencio larguísimo y de preguntarme si en realidad pensará, si podrá procesar, si de verdad tendrá “Intervalos de lucidez” o no… empiezo a darme cuenta de que éste es él, ya no es aquél, ni ningún otro que pudiera haber sido en el pasado, en ese instante, él es ese… y así va a ser siempre, no hay vuelta atrás.

Le cuento cosas de mí, de mi trabajo, de los viajes, del avión, aunque en realidad no estoy tan segura de que me esté entendiendo, de que le importe, de que se acuerde de lo que le conté la última vez. Trato de hablar despacio y de no esroscarme en frases muy largas.
Cuando yo pregunte algo complicado, algo que tenga que ver con las cosas legales, con la salud o con algo que le haga mal, el me mirará fijo con los ojos desorbitados sin hacer ningún tipo de sonido, sólo para mover la cabeza con un firme cabezazo hacia abajo y cerrar un poco los ojos, como asintiendo.

Me entristece.
Me entristece el cambio, me entristece su físico, su gordura, su incapacidad para comunicarse, su poca movilidad, su mano hinchada y deformada, su pelo blanquito, la piel de las manos y los pies blanquita y finita, me entristece que esté bañado, afeitado con la cara suavecita y que tiene puesta la remera de Billabong que yo le regalé. Me entristece como quiere cambiar de canal y no se concentra, dejando cualquier cosa.

Se levanta despacito y pacientemente, descalzo y algo encorvado, camina hasta la mesita. Agarra el vaso de jugo de naranja y toma un poco, vuelve a apoyarlo.

Al rato se levanta y se va, intuyo que al baño.

Al rato vuelve a levantarse, y camina hasta el televisor, me ofrece jugo, le digo que no gracias y despacito se encorva más y agarra un rollo de papel de cocina que tiene abajo del mueble. Lo toma con las dos manos y muy suavecito, corta por la linea punteada y arranca uno, lo apoya arriba de la mesita y vuelve a poner el rollo debajo del mueble de la tele. Agarra el papelito y con las dos manos se suena la naríz. Lo abre y mira, lo cierra y se repasa. Vuelve a sonarse, repasa , se suena una vez más y con una delicadeza que me deja pasmada, lo apoya adentro del tacho de basura. ¿Me oyen? No lo tira al tacho, lo apoya adentro, como si el papel fuera de vidrio.

Me quedo perpleja.
Se vuelve a sentar al lado mío.
El mira hacia el placard, yo apoyo mi cabeza en el hombrazo de él. Esta gordo y tiene un hombro gigante. Con la mano buena, la derecha, me toca la cabeza, me da un beso, ya va el cuarto o quinto. Me quedo ahí apoyada y me dan ganas de llorar. Pero no me gusta llorar adelante de él.
Entonces, da vuelta la cabeza y hace un ruido como que va a empezar a hablar.
Lo miro fijo.
Y me mira y me dice, en su dialecto traquesotomínico y casi inentendible…

“Te gusta…?” Y emite un sonido que no entiendo qué significa. Le pregunto, le pido que me repita, porque no tengo ni la menor idea de lo que me está preguntando.

Levanta su mano buena, la derecha, levanta todo el brazo acompañando, lo pone a 90 grados del cuerpo, abre los dedos y hace una ondulación con la mano y con todo el brazo como siguiendo un dibujo en el aire, y mueve la mano mostrando un lado y el otro y me repite, esta vez, un poco más claramente…

“Te gusta Volar…?”

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-…

Y el mundo se me detiene: para disimular le contesto y seguimos hablando y hago de cuenta que nada.
Solo me permito media hora más tarde, cruzando Estados Unidos y durante las 12 cuadras que me separan de mi casa, llorar con ruido, con mocos, con las manos en la cara, y tener que pararme al lado de un árbol porque viene gente.

Y entonces sí me entiende, y entonces, sí sabe de lo que le hablo, y perdónenme por seguir conformándonme con TAN poco, pero entonces… sí le importa.

Mi papá me preguntó si me gustaba Volar.”