No, no quiero hablar de la biblia. No quiero hablar de Dios.
No quiero hablar de lo que te enseñaron en tu colegio católico apostólico romano.
Hablemos de lo que sentimos, de lo que vemos, de lo que queremos creer.
Existe el cielo?
Realmente crees que existe el cielo?
Me seco los ojos, una y otra vez.
No dejan de desaparecer los seres más bellos y únicos que este mundo ha visto nacer.
No dejan de irse, no dejan de abandonarnos, no dejan de desaparecer.
Pero… dónde van?
Acaso se visten de blanco y golpean las rejas hasta que alguien les viene a abrir?
Acaso degustan frutas y postres, tragos y manjares, rodeados de nubes, escuchando su música predilecta, reencontrándose con aquellos a quienes más amaron, a quienes conocieron, a quienes querían volver a ver?
Acaso se ganaron un espacio en ese paraíso blanco sin aviones, sin presiones, sin cuerpo ni temor?
Están allí?
Existe allí?
O es toda una gran mentira para que no le temamos a la muerte, para que vivamos pensando que este es un tránsito indispensable para conseguir el paraíso, para llegar a lo que realmente vale la pena, para conseguir la paz?
Dónde mierda están?
Desde hace meses tomo una cantidad de alcohol inigualable, tengo un dispenser personal de líquido bendito que me protege de mis propias ideas, que me anestesia, que me permite volar.
No quiero estar en este mundo mientras ustedes lo abandonan. No quiero vivir este día a día que no he sabido programar debidamente, en el que no me supe procurar seguridades, en el que mi Hedonismo Junkie me ha transformado en esto que soy. No quiero estar sobria mientras sus pieles se ponen frías, mientras me siguen activando las guardias justo cuando estoy a punto de morir.
Prefiero olvidar, prefiero no pensar, prefiero escapar.
Tanta muerte me saca la vida.
Dejen de morirse por el amor de dios.
Dejen de morirse un poco, quédense a vivir esta mierda conmigo, quédense a protegerme de mí misma, a cuidarme de este cerebro que no sabe parar.
No pueden permanecer quietos, permanecer vivos?
No pueden abrazarme en silencio un ratito más?
No pueden quererme muy fuerte un poquito más?
Me duermo.
Me duerme el mareo. Me duerme su muerte. Me duerme el dolor.
Elijo no volver a enamorarme, elijo permanecer sola, elijo el rincón.
Los riesgos que se corren al amar son demasiado altos, las heridas muy profundas; amor, comodidad, desaparición.
Dejen de desaparecer.
O dejaré de amar.
No es una amenaza, es una promesa.
Dejaré de amar.
Miraré el cielo, si es que el cielo existe, y les diré que por su culpa dejaré de amar.
Cierro los ojos con un mareo etílico profesional, y caigo sobre la cama.
El mundo da vueltas, yo estoy quieta.
El mundo es un gran descontrol, no hay manera de que juegue bien este juego, nací perdiendo, nací para romper las reglas, nací para hacer todo mal.
Lo siento, ustedes los que tenían expectativas, los que confiaban en mí; no voy a hacer más que fracasar.
Mi libro será una mierda, mi casa estará mugrienta, mis remeras arrugadas, mis vuelos demorados, mi pelo enredado, mis poesías muertas, mi teléfono sin batería, mis tetas caídas, mis labios deformes, mi risa inconclusa, mi mente fatal.
No voy a hacer más que lamentarme mirando el cielo, no voy a hacer más que llorar.
Ustedes los que vinieron a reirse de mis genialidades, les ofrezco algo a cambio: pueden reirse de mí. Me da igual.
Seguramente mis ovarios ya no funcionen, mi corazón falle, mi cerebro me traicione, mis manos tiemblen, y yo no sea para nada confiable.
Miro el cielo, una y otra vez.
Nubes, nubes, solo nubes.
Ustedes no están en ningún lugar donde se los pueda ver.
Y me canso de buscarlos, de esperarlos, me canso de perder.
Mañana por la mañana estaré sobria y con dolor de cabeza.
Mañana pensaré que es una mierda que haya subido este vómito de ira a mi preciado blog.
Mañana no recordaré por qué tanto odio con el cielo, por qué tanta incomprensión con el universo, por qué tanta tontería e inmadurez.
Mañana seré una señora seria y lógica.
Mentira, nunca lo seré.
Me acuesto vestida, me tapo con zapatillas, los gatos me miran, la perra se compadece de mí.
UN GALGO RESCATADO DEL MALTRATO SE COMPADECE DE MÍ.
Patetismo sin fin.
Apago el cerebro, se me aparece un cielo y mientras pido un deseo
Gustavo abre los ojos en su cama y empieza a cantar una canción,
Juanki y Abole cocinan a las risas
la Bamba corre enloquecida
y yo, sin enterarme de nada, me subo a un avión.
Existe el cielo?
O sólo existe el amor?
Creo que la clave para sobrellevar las ausencias que nos lastiman el alma no pasa por conocer el destino de quien nos dejó, sino el lugar donde queda el que se ha ido.
El cielo será, entonces, donde nos quedan marcadas las huellas de quienes hemos amado. Esos huecos donde guardamos lo mejor de ellos, su esencia, su amor. Eso que nos ha cambiado, lo que nos hace mejores, esas manos invisibles que nos sostienen y no nos dejan darnos por vencidos frente a este mundo ingrato, las que te hacen seguir amando más allá de las promesas y los miedos.
El cielo está en momentos pasajeros que mutan en amor eterno, en donde hay que sentir para poder ver.
Permitite la ira, permitite caer para sanar, para encontrar el fondo de los que sos. Plantá margaritas, recordá, llorá, entrá al cielo que está en vos para poder ser vos también parte del de otros, para ser eterna.
Muy fuerte V, tanto dolor… Y tus palabras Ariel…tan hermosas…acarician…
Ambos me conmovieron demasiado…