IMG_20130216_181300
deja tu comentario

18.50

Mi búsqueda para la posta en Mendoza era a las 18.50.
Me levanté cerca del mediodía. Fiaca de domingo, pasear a Adela, comer, y un sin fín de quehaceres pendientes antes de las 17.45 que era el horario límite marcado con una alarma en el celular.
Por supuesto a las 17 estaba entrando en la casa de mi abuela para dejarle a la perra, los dos tupper de arroz carne y verduras recién cocinados, el remedio homeopático, la manta y las indicaciones.
Me despidí de Adela y de Abole y me fui a lo de mi mamá, a darle un beso y aprovechar para babosear con mi sobrino de 3 meses que estaba de visita.
Me subí a la moto a las 18 en punto y a las 18.05 estaba en casa.
Corriendo me saqué el jean, la remera, las medias, la bombacha y puse todo para lavar.
Corriendo metí adentro de la heladera la comida de Ade que había quedado en la olla . Le puse agua al fondito de arroz pegado y le expliqué que ahí quedaría ablandando hasta el Martes.
Abrí el agua.
Fui a la habitación y puse el carry arriba de la cama, saqué todo de adentro y corrí a la ducha.
Shampoo, crema enjuague, jabón, revisación de suavidad de piernas y axilas/checked, desenjuague completo de productos, cerrar canillas, abrir cortina, sacar a los gatos de arriba de las toallas, secarse, poner toalla en la cabeza.
Corriendo llego a la habitación, agarro la lunchera y le pongo adentro: los zapatos, el kimono, el sweater rojo, el manual de fraseología, el qrh, la taza de fbo, corro a la cocina agarro dos sopas de caracolitos y una caja de té verde, corro a la habitación, se me cae la toalla, puteo, pongo las sopas, el té, las pinzas, la linterna, cierro la lunchera.
Miro el carry, los dos gatos duermen adentro.
Los espanto, adiós, valija vacía, me asomo al living, miro la hora. 18.25 y la reputísima madre que te parió.
Qué meto en la valija? El bolso de las cosas de baño/ok un jean (que no me ajuste, estoy indispuesta) ok, unas zapatillas, dos pares de medias, tres bombachas, un corpiño, un buzo. Cuál? Éste. Listo. Dos remeras. Cuáles? Abro el cajón, están todas dobladas como el orto, no distingo. Agarro dos rojas. Agarro otro sweater. Un jogging, una remera para dormir. Me acuerdo del Ipad. Corro, lo encuentro lo meto en la lunchera. el cargador del Ipad!! Lo busco, lo guardo. El cargador del celular! Lo guardo, el cargador inalámbrico, el cable usb/mil cables que me compré en deal extreme, listo los cables. Busco la campera. La abrigada, en Mendoza seguro hace frío. La meto a presión, cierro.
Y si me dan ganas de escribir? Con el ipad no me gusta escribir. Llevo la compu. Abro el carry, saco la campera, subo la escalera corriendo, me siguen los dos gatos, desenchufo la compu, bajo corriendo, pateo el agua de Adela, vuelco todo en el piso, me resbalo ( no me caigo), la re concha de tu madre, guardo la compu, el cargador, el mouse, el mouse pad. No entra la campera, agarro un saquito que no tiene que ver con nada.
Otra vez no me combina la ropa, otra vez no llevo ropa de traslado, otra vez agarré cualquier cosa. No importa, tengo los cables, tengo la sopa, tengo tampones, ya fué.
Ponstil Forte, fundamental.
Armo el carry con la lunchera arriba.
Miro la hora: 18.32
Los gatos me miran, hay hambre. Entro a la cocina, busco el frasco, chillan como dos pumas, les doy, cierro la puerta de la cocina, corro a la habitación la concha de tu madre me resbalo con el agua, no me caigo, vuelvo, agarro la fregona, lo seco, lleno de agua el tacho y se la dejo ahí a los gatitos. Olor en las piedras. Puaj. Flasheo toxoplasmosis y cosas horribles, tengo que cambiar las piedras qué hora es? No llego. Corro a la habitación, me saco la toalla, bombacha, corpiño, abro el placard, me pongo las medias ( no se rompen), me pongo los zapatos rojos, la pollera del uniforme, la remera, corro al baño, esquivo el charco mojado, me pongo crema para peinar, armo un jopo, me ato el pelo, vuelvo al living miro la hora, 18.40 me quedan 10 minutos.
Los gatos miran.
Me pongo el anillo de corazón, el reloj, el colgante de bamba. Busco la billetera en las carteras, encuentro en una cartera papeles, carilinas usadas, una birome, monedas. ME PONGO A ORDENARLAS: las biromes en la tacita de biromes del living, las monedas en la tacita de monedas, los papeles en el tacho de papel de la cocina, agarro otra cartera, repito procedimiento. Aparece la billetera, la guardo en la cartera roja, me fijo que esté la documentación, meto el celular, me pongo el saco, me pongo el pañuelo, agarro el abrigo. Miro la casa. Pienso: valija jean zapatillas documentación qrhsopatamponesremeraspijamacarteraabrigocargadorcompuipad comieron los gatos cerré la cocina tengo el celular llevo plata agarro las llaves.
Olor a mierda.
Las piedras.
Abro el tupper gigante de los gatos, APESTA.
Voy corriendo a la cocina saco una bolsa de consorcio, vacío las piedras sucias, voy al baño me lavo las manos, agarro el tupper lo lleno de agua en la ducha, la vacío en el inodoro, la enjuago dos veces, tiro del botón, apoyo el tupper en el piso, me lavo las manos, agarro el tupper le tiro piedras limpias ( dos bolsas) meto las bolsas vacías en la bolsa de consorcio, barro piedritas del piso, cierro la bolsa, me lavo las manos.
Me miro al espejo. Me pongo perfume. Agarro el carry, agarro la bolsa de piedras sucias, abro la puerta, saco todo, saludo a los gatos con un grito, cierro con llave, agarro todo bajo la escalera, en la última etapa patino tres escalones ( no me caigo) corro cinco metros, dejo la bolsa en el cuartito de la basura, abro la puerta.
Saludo al señor que me pasa a buscar.
Le doy el carry lo guarda, abro la puerta, me siento, cierro la puerta, miro el reloj: 18.50

En el reloj del auto son las 18.47

Transformers_2_optimus_prime_wallpaper_1-1-
deja tu comentario

Las guerras internas

Trato de mantenerme lejos de los problemas pero tengo una guerra en mi mente.

Se presentan ante mí,  por puerta delantera, 168 personas. 168 personas vistiendo trajes, jeans, ropa de ski o havaianas, con carry ons, bolsas o cajas con botellas de vino.
Asi los veo, 168 cafés con leche o quizás 20 cervezas, 30 coca lights, 50 jugos, 10 sin hielo, 23 aguas, 15 gloriosos mal dormidos, 30 sprites…
Hoy no.
Hoy sé que transporto 168 guerras interiores, hoy puedo ver a través de sus sombreros, de su pelo, de su corteza cerebral. Hoy veo sus sinapsis, sus células, el circuito y el cortocircuito interior.
A veces me olvido, si.
Por eso, hoy pido perdón.
Somos tan complejos,  tan completos, tan enormemente mundo, tan inabarcables, irrefrenables, tan únicos y tan capaces de hacer y destruir.
Hoy puedo verlos.
Dejo el carro en el medio de la cabina y vuelvo al galley. Cierro la cortina, me siento y miro hacia afuera.
Está oscuro y sólo las explosiones de nuestros mundos iluminan por unos segundos ese cielo ajeno, ese cielo que atavesamos pero no comprendemos,  no poseemos, jamás podremos tocar.
Hoy puedo verlos, porque estoy a punto de partir.
Pido disculpas por no haberlos visto antes; por tratar al capitán como calentame el pancito, o al copiloto como un “ytu, disculpas a mis compañeras por olvidar sus demonios e infiernos, disculpas a los agentes de tráfico, a los mecánicos, disculpas a todos en la tierra, disculpas al cielo también.
Ahora entiendo todo.

Mi guerra interior estalló.
Y como los Estados Unidos, al comenzarla, dije que era en nombre de la paz.
No existe la guerra en nombre de la paz.
No existe el poeta calmo.
No existen las lágrimas de alegría.
No existe empezar de cero.
No existe olvidar.

Nuestros mundos están en guerra cuando dormimos, cuando estamos solos, cuando pensamos que no pensamos,cuando creemos que estamos en paz.
No hace falta agregar más mundos, más complejidades, más seres humanos; pero sin embargo, lo hacemos, y el resultado es catastrófico.
Hoy estoy en guerra conmigo, pero no quiero estarlo con los demás.  Conservo los víveres y la lucidez justa como para trabajar y mantener mi casa en pie. Mis animales son una prioridad ya que pertenecen a médicos sin fronteras, pero he decidido prescindir de todo lo demás.

Me alejo de los caminos, me alejo de los amigos, le digo adiós al amor.
Me subo al tren y me dirijo a pelear esta guerra, la única que vale la pena pelear.
Dejo mi envase vacío para los cumpleaños,  los compromisos familiares, los vuelos, las guardias, la veterinaria y el té verde con leche.
No pretendan mucho de él, sean benévolos en mi ausencia, no pregunten cosas profundas, el envase no puede pensar.

Nos vemos pronto, atrincherados amigos, no teman por nada, ya que el lugar al que voy no es ni más ni menos que ese lugar en el que están.

Prometo luchar con todas mis fuerzas, prometo intentar sobrevivir, prometo traer algunas respuestas, prometo escribir.

Transformers_Optimus_Prime_by_timlori
deja tu comentario

Optimus Prime

Tocan el timbre. Estoy en la cama envuelta en mantas, cables, perros, gatos. Apenas saco un pie afuera y el frío me clava agujas cientas, miles en los dedos. Vuelvo a meter el pie y me tapo hasta arriba.
Suena el timbre otra vez.
Quizás sea importante.
Me levanto rápido y con coraje corro hasta el portero, el piso de cerámica está *helado*.
-HOLAAA?
-afilador
.
.
.
.
.
.
No le contesto.
El afilador ni siquiera tiene la misma polenta que antes que gritaba AFILADOOOOOOOORRRR!?? Y tocaba todos los timbres del edificio y entonces te dabas cuenta de que no era algo EXCLUSIVO para vos.
No, a mí me tiene que tocar el afilador tímido la re puta madre que lo parió.
Me meto en la cama.
La perra da tres, cuatro, cinco vueltas y se acuesta en el mismo lugar. Los gatos bostezan. El caloventor escupe fuego y mis pies caminan en el colchón.
Suena el timbre.
La reconchísima puta y podrida madre que te parió.
Me levanto sin dar tanta vuelta porque ya tengo el mambo cortado y atiendo.
-HOLA MIERDA.
-CORREO
-AHI BAJO
-BUENO
Al que me mandó una carta a casa que decía que la felicidad es una actitud, quiero comunicarle que se encuentra en estos instantes en el interior del culo del cartero que muy apenado se dirigía a la guardia del Rivadavia a que se la removieran.
El día se presenta triste, difícil, oscuro y conocido.
Escucho a Lana en repeat one. Todo el día, sin parar, uno atrás de otro compulsivamente.
Me pinté los ojos con delineador líquido para terminar limpiando manchones negros de mi cara en la escalera del Hsbc de parque lezama. Me cerraron la puerta en la cara a las 14.59 sin dejarme entrar a pesar de mis súplicas.
Dirán “esta conchuda tuvo desde las 10 de la mañana y se lo ocurre venir ahora, que se mate”.
Lo que no saben es que tuve una dificultad para estacionar la moto que casi me cuesta la vida, pero que no me la costó. Lo que si me costó fue la dignidad ante todos los pasajeros de no sé qué línea de colectivo que se encontraban haciendo la cola y mirándome a mí, mientras yo hacía maniobras indescifrables para subir el cordón de la vereda en un sector que no tenía subidita.
Resultado: no pude subir y la moto se manchó toda de ese jugo del demonio que convive en el ángulo que se forma entre la calle y el cordón de las hermosas calles de Barracas.
Cordón 1
Dignidad 0
Encendí la moto, entendiendo que si no está en primera con su empuje propio no iba a poder subir, ya que la pequeña fuerza de mis brazos NO PARECÍA SER SUFICIENTE para levantar la puta moto 20 putos centímetros del suelo.
Una vez en primera casi atropello a 3 pedestrians.
Pero no pasó nada, cara de terror de ellos, cara de terror mía y Optimus Prime en una pieza, salpicada de barro y nada más.
Le puse el candado a la rueda *como pude* y corrí hasta el banco.
Entro y está abierto, cuando voy a pasar, el personal de seguridad me baja la cortina metálica y me mira con cara de forro.
Le pido por favor, le digo que casi choco.
Nada, ni siquiera me mira a los ojos.
Le digo que porfa porfa porfavor.
Autismo.
Me doy vuelta, derrotada, humillada, demasiado humillada para haberme levantado a las 11 de la mañana; me siento en la escalera y me largo a llorar.
La gente que sale del banco me mira, les doy pena.
Qué bien.
Espero a que se me pase el ataque imbécil de la semana y me limpio la cara dejándome todo borroneado.
*mocos*
Vuelvo a la moto. Está muy sucia, pero no está golpeada ni rayada.
Vuelvo despacito con el orgullo arrastrando como latitas de just married y estaciono en la puerta de casa.
Subo y suena “Mile End”a todo volumen.
Mi equipo de música tiene la particularidad de encenderse en el Cd1 cuando alguno de los gatos salta y se sienta encima de el.
Cd1-song1: Mile End, Second Class, Pulp.
Me río.
Adela festeja mi llegada.
Le pido que me acompañe y nos vamos abajo. Blem en mano, a limpiar la moto.
La dejo como nueva, la limpio de la vergüenza y la deshonra mientras Adela recibe pedazos de carne por la ventana del restaurante de la esquina.
Después corre detrás mío hasta el garage, donde dejo a Optimus Prime a salvo de mis ataques de novata on wheels y vuelvo a casa.
Los gatos bostezan con mi llegada, me saco las zapatillas y me siento a mover los dedos en el teclado.
Me siento a salvo otra vez.
images (8)
deja tu comentario

La entrega de premios era mentira

Llegué vestida de fiesta, con mi sonrisa ensayada y la piel oliendo a justicia.
Estacioné la moto entre los autos lujosos y mostré mi invitación en la entrada.
Las hermosas recepcionistas se rieron de manera cómplice.
Caminé ante las miradas de las mujeres y los hombres con ponche en la mano y flor en el ojal.
Esperé ansiosamente que dijeran mi nombre, pero jamás lo escuché. Pasaron las horas, las horas, las horas…

Todo es una gran mentira.
Todos son mentira.
Todo es falso.
Nada es cierto, salvo este piso, esta moto, este viento.
Nada es real salvo lo que siento en este mismo momento.
No existe, no existe, no existe.

Nadie te da un premio por ser buena.