DSC_0470
deja tu comentario

Sucia

La mejor manera de escribir, es estando sucio. (pinche para escuchar)
Estoy sucia.
Me bañé ayer a la mañana antes del vuelo y desde entonces han pasado más de 28 horas, un viaje en auto hasta aeroparque, uno en avión hasta Córdoba embarcando con sol en el galley delantero, la vuelta de Córdoba a Buenos Aires, un embarque por la nochecita a Mendoza, todo el vuelo, el aterrizaje a las diez de la noche, el viaje en camioneta hasta el hotel, la caminata hasta la peatonal, los 30cm de sánguche de subway en la habitación de la Yegua SinPar y la noche fantasmal en la cama con almohadas duras, y el desayuno en la habitación, y son las 4 de la tarde… Qué sucia estoy.
Y escribir, así, sucia, es la que va.
Disculpen todos ustedes, azafatas perfumadas de free shop y tripulantes engelados y afeitados al ras, acá se escribe así, con mugre.
Prometo bañarme antes del próximo vuelo, pero no antes de terminar este sucio y desagradable post.

La máquina de la cabeza está trabajando al máximo de su capacidad.
Hay alguna posibilidad de que la sobre exigencia que está teniendo en estos últimos tiempos le esté provocando algunos desperfectos de funcionalidad.
Cuando esto pasa, uno revienta los teléfonos contra la pared, come a todas horas, se confunde los anuncios arriba del avión y se rasca la cabeza como si tuviera una colonia de piojos.

(Ah si, yo siempre pienso que tengo piojos.)

Y heme aquí, sentada a la mesa cuadrada del Premium Tower, consumiéndome mi droga en vaso azucarada artificialmente light y eructando sus burbujas en voz baja para que no me escuchen mis compañeros de la habitación contigua.
En tres días se cumplen tres meses de la partida de Bamba.
Tres meses sin Bamba.
Ayer soñé con ella y no me acuerdo qué. Necesito recordarla, necesito soñarla, que me mire, verla en algún plano enfermo e irreal. Necesito enloquecer y poder flashearla en la fila 16, sentada con el cinturón abrochado y tomándose un té con leche y riendo con el Just for Laughs. Necesito enloquecer, por favor, genio que sales cuando se frota el Fernet, hazme enloquecer.
Cuando me venga loca voy a poder hablar con los muertos, voy a poder andar sucia, voy a poder tener piojos y mandarlos a todos a la puta madre que los parió.
Y va a ser TAN genial.
Pero no pasa. La locura no viene. Y el genio no sale de adentro del Fernet, y la Bamba no está.

Y yo sigo acá, con todos estos planes, y mis manos tan atadas, y tantas preguntas sin respuesta, y tanta incertidumbre y tanta ansiedad pospuesta…
Qué al pedo ser tan lúcido y cuerdo. ¿Para qué? Si te garcan igual, si igual te mandan a la mierda y te pasan las cosas injustas, y te peleas con los que más queres, y te dejan y se te mueren y lo único que te queda es esa conversación con vos misma en la que el ping pong es demasiado pelotudo, y previsible, y tangible, y está TAN pero TAN de más… porque, vamos, no se llega a ningún lugar.
Solía gustarme la frase esa que dice “Así que empecé una revolución desde mi cama…” pero después entendí que es una frase muy perdedora y pajera, porque desde la cama lo único que se puede hacer es soñar, pero poner en práctica las cosas… desde la cama no se puede lograr.

Intento trabajar en un libro para que puedan leer, intento escribir algo que se imprima en un papel por el que valga la pena derribar un árbol. Y por cada árbol que sea tirado en mi sucio nombre, uno será plantado en el lugar que más amo en este mundo; y por cada página que ustedes lean y los haga llorar, por cada vez que se caguen en mi sucio nombre, yo seré feliz porque habré llegado a algún lugar.
Adentro de alguien más.
Y ahí adentro me quedaré plantando árboles en sus pulmones para que no los mate fumar.
Y ahí adentro abriré el refugio de perritos para que tengan donde jugar, y comer y dormir
ahí adentro les haré cosquillas a ustedes, los grandes forros del orto, para que aprendan a reir
para que vean
que lo único que importa son los árboles, y los perros pulgosos, y leer libros de nadie, de gente que no existe ni gana plata con eso, de gente que escribe porque las letras son lo único constante y hermoso de su vida, porque todo lo demás es una gran cama de piojos que no dan cariño ni asilo, que se quedan mientras tengas sangre para chupar.
Desde ese hermoso lugar, que son tus entrañas, voy a jugar.
Voy a mirar tus órganos envejecer al son de Jarvis Cocker y voy a bailar entre tus células de colores que nunca se van a enfermar. Voy a susurrar palabras lindas para que aprendas a amar, para que te rías de este chiste eterno que es la vida que te dieron, que TE JURO que cuando esto termine, no vas a recordar.
Desde adentro tuyo te voy a conseguir a los mejores amantes, te voy a mostrar dónde te deberías tocar, sin vergüenza femenina ni orgullo masculino, con el usuario y la contraseña de brazzers, desde adentro te lo voy a enseñar.
Y cuando esté todo hecho, y tengas adentro tuyo los árboles, los perros, los caballos corriendo en bolas por tus costillas, y los intestinos llenos de pulgas drogadas bañándose en fernet y nadando en rolitos derretidos, y tus pulmones llenos de aire del atardecer, y tus huesos bañados en leche, y tus venas corriendo carreras de galgos libres y llenos de besos… voy a encontrarme con tu corazón.

Y ahí, vas a ver.

Vas a ver,
que no hay nada
que valga
que pueda
que quiera
que tenga
que sea

más importante

que las personas debajo de los árboles, y acariciando a los perros, y durmiendo a la sombra y jugando al sol, y cogiendo en todos lados, y besándose sin parar, y disfrutando de esta vida que sin todo esto es una verdadera porquería y que te está dando la chance de sentarte a leer un libro y tener un diálogo con vos mismo y pensar qué es lo que querés hacer. Quién querés ser.
Y entonces,
vas a ver.
Entonces, vas a SER.

Porque TE JURO, que cuando todo esto termine, no te vas a acordar de nada.

Me voy a bañar.

396775_10150453125602234_697828636_n
deja tu comentario

Mi dulce de Lecce.

No es mi costumbre hacer entradas de este tipo. Pero hoy es meritoria.
De tanto en tanto me toca la difícil tarea de despedir a algunas personas muy queridas, algunas se alejan por algún tiempo, otras se alejan para siempre.
Hoy es el turno de un amigo a quién quiero mucho, que nos deja hasta nuevo aviso, que se baja del avión.

Lo conocí en mis comienzos, íbamos a entrar juntos al mismo curso y como a mí me faltaba el dni, me dejaron pendiente para el curso siguiente. Unos días después, se presentó en el local donde yo estaba trabajando, y se compró unos calzoncillos sexys, casi tanto como él. Habiéndolo visto sólo una vez, lo reconocí por su gran sonrisa y su hermosa corbata. Unos meses después los dos nos encontrábamos rindiendo exámenes en la empresa, en aulas diferentes. El empezó a trabajar un mes antes que yo.
Era lo que yo llamo “un rompe galley”, te abre, te saca, te pone, te sube, te baja, te cierra y todo en dos segundos. Sonríe, sonríe, sonríe, atiende, sonríe, termina, empieza de nuevo, todo con un carisma y una alegría desbordante.
Creía que este cachorro iba a envejecer en el jumpseat de al lado mío.
Pero hoy se va.
Mi dulce de Lecce se va a vivir a otro país. Decidió escuchar la música de sus venas y hacerlas su propia house. Estoy seguro de que allá donde vas, animarás las fiestas mas divertidas, y desde mi pequeño galley bailaré pensando en tus dientes como teclas de piano, y tu hermoso jopo latinoamericano, tu preciosa ropa, tu charm, tu manera de amar…
Mi amado dulce de Lecce, te voy a extrañar. Sos una pieza de este rompecabezas tan bitching, son parte de esta historia tan vulgar.
Es difícil pensar en un avión sin vos, pero sé que vas a estar mejor.
Que allá donde vayas, encuentres lo que buscas. Que te amen como nosotros, que te besen, te disfruten…como nosotros o aún más.
Dejas en mí la marca de tu Lecce, aunque suene muy vulgar!!
Y sabé que allá donde sea que estés, y hagas lo que sea que estés haciendo, no importan las decisiones, las personas, ni las horas del día… porque vos, mi querido Lecce, siempre serás Tripulante de Cabina.

309650_10150400353410170_1811278492_n
deja tu comentario

Enloqueceremos.

Hoy me pregunto si voy a poder seguir trabajando en el avión.
Tengo la culpa de trabajar en una empresa extranjera.
Sacrílega, profana, asco, asco, puaj.
Una empresa extranjera, con capitales extranjeros, que emplea a más de 5000 trabajadores argentinos.
Asco.
Puaj.
Una empresa pequeña y extrañamente familiar, que sentimos más celeste y blanca que muchas cosas.
Tenemos nuestros trucos y licencias para hacerla bien argenta.
Pequeña, chiquitita y culina.
Toda la estructura de vuelos, domésticos, regionales, internacionales, se mantienen con menos de 15 aviones.
Parece un chiste, no?
No lo es.
Este ambiente, el aeronáutico, es bastante más chico de lo que parece.
Fuera de este empresa, no hay muchos lugares más donde se pueda trabajar. Dos o tres, pero con mucha suerte o muchos contactos para entrar.
Uno no puede darse el lujo de elegir en qué empresa quiere entrar, las vacantes son limitadas y, todos los años, cientos de chicos egresan de las escuelas de TCP y de las escuelas de vuelo y quedan a la espera de las renuncias, los despidos o de alguna jubilación o fallecimiento. Pequeños buitres… ( been there, done that)
Este trabajo es vitalicio. Sólamente el 2% de la gente que lo hace lo deja. El otro 98% piensa jubilarse con medias de descanso y rodete.
Si, vos, el que entraste por la plata, el que entraste por los viajes… todos somos mucho más F.B.O. de lo que pensamos.

Hoy me pregunto si el impacto de la economía mundial, la situación de Chipre, las alianzas, los gobiernos, los intereses públicos y privados me permitirán a mí, seguir poniendo mis piecitos en el avión y saludando al gigante cuando lo veo.
Nosotros, los que tenemos la religión de los aviones, nos preguntamos qué haríamos si nos evacuaran, si nos dijeran que ya no más, que volvamos a casa a desarmar nuestras valijas y pisemos tierra firme… volvamos al mundo real.

De pensarlo, nada más, agarro el blister de rivotril y me lo trago.

Ah no, no. Claro, hay que entender. Hay que seguir adelante, hay que madurar, hay que adaptarse a los cambios.
Levanto, pues, los anillos que se me han caído, no porque sea una #cortecheta, sino porque mis dedos sin presurizar no son mis dedos, porque todo me queda grande si no estoy en el avión, porque YO SOY UN AVIÓN, soy una escala miniatura, soy alitas, soy turbinas, soy galley y corazón.
No entendés.
No entendés.
No me saques a mi avión.
No se te ocurra alejarme de mi bebé y padre a la vez, no se te ocurra prohibirme que le haga al señor ese café, no se te ocurra alejarme de mi Bravo Sierra Juliet.

Escribo esto en el galley delantero, sentada en mi jumpseat, volviendo de Calafate con mis pies helados y un té esperandome.
Una leve turbulencia me hace danzar la pizzacasera de la rubia bocona en el estómago, me zumban los oídos por el descenso y sé que aún debo terminar los informes.
Pienso en mi casa, la perra, los gatos, mi familia, amigos, mi sillón… y sé que no hay mejor lugar para escribir esto.

Me pongo de pie y alcanzo el P.A. mientras 143 personas duermen.
Podrá costarme el puesto, pero mi Sierra Juliet lo merece.
En la oscuridad de la cabina, se escucha mi rasposa y tenue voz por los ruidosos parlantes de la Yanki Class.

¿Quieren saber qué les dije?

The lunatic is in my head
The lunatic is in my head
you raise the blade, you make the change
you re-arrange me ‘till I’m sane
you lock the door
and throw away the key
There’s someone in my head but it’s not me

pizza
deja tu comentario

Pilotos en Disney.

For Bitching Only presenta la clave para hacer que el Capitán y el First Of. conozcan Disney por 68 pesos.

Primero:
Comprar Harina, Levadura, Tomate, Queso, Orégano y Aceitunas.
Segundo:
Preparar la masa en casa y meter el resto de lo comprado en tuppers.
Tercero:
Encender el horno calentar la masa con el tomate y luego agregarle el queso, al retirar, rociar con orégano y aceitunas cortadas.
Cuarto:
Apretar Captain en el interphone.
Quinto:
Llevarles la pizza sin decir nada.

Listo.
La cara de Disney Channel que se les pone a los dos sujetos es mejor que la de tu sobrino subido a la montaña rusa de Batman.